No estarán hechas en Japón pero sí, desde luego, están inspiradas por él. Por el Japón real o imaginado, histórico o actual, por esa realidad ajena y fantástica que aquí, al otro lado del mapa, se nos antoja irreal y onírica, de bordes confusos. Made in Japan reúne -hasta el próximo 12 de octubre y en el castillo de San Sebastián- tres exposiciones que tienen al país nipón como eje: Paisaje interior. Arte y sueño en kimono, comisariada por Paco Cano y con creaciones de María Ángeles Robles y José Alberto López; Gyotaku, técnica de estampación japonesa, de Dúo Equipo Creativo y Otras postales, otros viajes. Japón, del fotógrafo gaditano Antonio Pérez.

La primera propuesta -que cuenta con el certificado de la embajada japonesa como acto oficial del año dual España-Japón- está integrada por treinta collages que incorporan estampación y textos; tres biombos inspirados en el arte del periodo Edo y doce kimonos que fueron encargados a seis diseñadores gaditanos y después estampados por José Alberto.

Un proyecto multidisciplinar que surgió el pasado mes de enero, y que ha ido desarrollándose "relativamente rápido, teniendo el cuenta el volumen de obras", comenta María Ángeles Robles. Ella y José Alberto López se conocían desde hacía años y llevaban tiempo considerando la opción de realizar algún trabajo conjunto.

"Yo tenía guardada una serie de diseños de kimonos, bocetos prácticamente, y dada la fascinación de María Ángeles por todo lo japonés, pensamos que por ahí podríamos tener una veta", cuenta el artista plástico.

Así, Paisaje interior surgió como un proyecto de retroalimentación, en el que en ocasiones María Ángeles -autora del blog eljapondeloslibros.blogspot.com y del libro Una senda en la penumbra. Hacia el corazón de Japón- escribía textos a partir de estampados y composiciones de José Alberto, y otras veces era él quien trabajaba a partir de las palabras de la autora.

Así, la serie de collages que puede verse en la muestra la conforman composiciones con el diseño en 'T' característico de los kimonos desplegados. Unas obras que cuentan con motivos de la naturaleza y símbolos propios de la tradición japonesa, algunos con detalles art decó, motivos bordados sacados de mantones o conjuntos elaborados a partir de revistas francesas del principios del XX.

José Alberto López -que inaugurará durante los próximos días la muestra Al Este de la Atlántida, en el Mercado Central de Cádiz-, indica que a lo largo de todo el proceso ha ido investigando la evolución de la pintura japonesa a través de la historia. La idea, sin embargo, era ir incorporando lo japonés al estilo propio, "procurando ser fiel tanto a mí mismo como a lo que he ido viendo -indica-. De alguna manera, la intención era que se siguieran viendo los trazos y temas propios pero con los diferentes estilos y técnicas empleados por la cultura japonesa".

Todas las obras van, por supuesto, acompañadas por las aportaciones de Robles, ya sea en textos en prosa, haikus y tanka: "Aunque al principio sólo pensábamos que iba a ser prosa, en forma de reflexiones o impresiones -explica la autora-. Tengan una u otra forma, los textos tocan temas muy japoneses, la nostalgia está muy presente, así como la naturaleza, que es una clave constante, inevitable; o la presencia de grabados eróticos, para recordar ese doble sentido, tan presente en la cultura japonesa, de refinamiento y perversión".

Para Robles, el proyecto ha supuesto un gran ejercicio de introspección: "Yo misma he escrito todos los días, algo a lo que no estaba en absoluto acostumbrada. El buscar dentro de mí más allá del impulso inicial, ha dado como resultado, además, textos de un peso que ni yo misma me esperaba", comenta.

Las palabras de María Ángeles también están presentes en la colección de kimonos que puede contemplarse en la muestra -y que desfilaron durante la pasada edición del South 36.32N-: una selección firmada por Torres & Cosano, María Vernal, Belén Modroño, Manuel Odriozola, Rocío Tejada y Rafa Dodero."Todos ellos -explica José Alberto- han sido muy generosos, han hecho un trabajo desinteresado. Y encontramos desde quien ha profundizado en el origen y evolución de la prenda, hasta los que han decidido personalizar el concepto. Así, cada uno ha realizado una interpretación muy personal".

"Creo que para ambos, esta iniciativa ha significado un proceso de creación espectacular -añade María Ángeles-. Hemos encontrado a una persona con la que imaginar, crear y soñar, y hemos ido trabajando con un enorme respecto a la labor de cada uno, a su sensibilidad y, por supuesto, a su capacidad para crear".

Paisaje interior nace con la intención de despertar esa misma cualidad de evocación en el espectador: "Desde un principio -continúa Robles-, algo que nos ha movido es alentar la capacidad de soñar con algo que está lejos pero también dentro de nosotros, y eso es lo que nos gustaría provocar también en quien llegue hasta aquí".

El Dúo Equipo Creativo recoge parte de esa cualidad de "lo posible fantástico" de la cultura japonesa. Integrado por Gabriela Diosdado Selma y Domingo Martínez González -ambos, artistas vinculados a la práctica educativa y a la búsqueda de técnicas no tóxicas de grabado-, el equipo muestra en San Sebastián varias obras realizadas a partir del gyotaku. Una técnica que surgió -¿en Japón, en China?- a mediados del XVIII con una naturaleza innegablemente pragmática: dejar constancia de las más destacadas capturas de pesca frotando o untando la pieza en tinta y estampándola luego en papel -el término gyo-tah-koo alude a "frotar" y "pescado"-. Gabriela y Domingo han ido experimentando con este procedimiento, rompiendo la ortodoxia de la simple estampación para crear composiciones como los fish-itos (peces pequeños estampados en papel japonés), o emplear papeles hindúes, o mezclar en las piezas motivos vegetales, color o texto... "Otras cosas que no sean estrictamente la tinta china -explica al respecto Domingo Martínez-, buscando otras sensaciones y otra complicidad con el espectador".

Tras haber expuesto en los Baños Árabes de Jerez dentro de la muestra Japón&Jerez: Flamenco&Gyotaku, la opción de exponer en el castillo de San Sebastián - "un espacio totalmente diferente"-, movió al equipo a realizar nuevas creaciones para la ocasión. "Algunas composiciones se dirigen directamente hacia las ventanas que van al mar, que es el tema inspirador -continúa-. Y hemos elaborado piezas más acordes con el entorno, con un formato más grande, incluyendo especies con las que ya hemos trabajado (como bonito, rodaballo, platijas, pulpo...), y especies propias de la zona, como mojarra, fargo, boniquete y bonito".

Por su parte, el fotógrafo gaditano Antonio Pérez -premio Internacional de Periodismo Mare Nostrum Awards y premio Andalucía Migraciones 2006, entre otros- plantea desde el proyecto Otras postales, otros viajes una reflexión sobre el uso de los tópicos a través de la imagen turística. Así, introduce iconografías conocidas pertenecientes al universo turístico (fragmentos de postales) en paisaje ajenos, juntando realidades que a veces coinciden y a veces son opuestas, proponiendo un nuevo discurso sobre la realidad.

En el caso de Japón, el fotógrafo ha desarrollado además la serie Otras treinta y seis vistas del monte Fuji en la que se plantea -tomando como referencia el trabajo de Katsushima Hokusai- la reinterpretación de la ubicación del icónico monte en distintos espacios, a veces imposibles e irreales.