La rumba y la copla formaron parte de su sello cuando se convirtió en una de las voces más populares de los años 50 con interpretaciones como 'Velo blanco' o 'Mi blanco velero', tras una trayectoria en el flamenco y darse a conocer especialmente por su dominio de la saeta en la Semana Santa jerezana. El cantaor Domingo Alvarado falleció este fin de semana en Nueva York, ciudad en la que residía desde hacía casi 60 años.

Nacido en Jerez en 1930, hijo de una familia formada por nueve hermanos, muchos de sus familiares residen en la localidad jerezana, como su hijo mayor, Domingo Javier Alvarado, entrenador de numerosos equipos de la provincia como el Racing Portuense (con el que ascendió a Segunda División B), Rota, Conil o la cantera del Xerez Deportivo. Domingo Alvarado despuntó desde niño en el cante y en Madrid fue contratado por el cuadro flamenco de Soledad Miralles. Amigo personal de figuras como Sabicas o el maestro Juan Solano, fue contratado para ser la voz principal de cuadro de Carmen Amaya, compañía en la que recorrió medio mundo llevando el arte de la gran bailaora barcelonesa. Recaló en Nueva York donde formó su familia junto a su esposa Silvia Marcos. Su hija menor, Trini Alvarado, es actriz y protagonista de películas como 'Mujercitas', junto a Susan Sarandon; 'Stella', con Bette Midler; o 'Agárrame esos fantasmas', coprotagonizada por Michael J.Fox y dirigida por Peter Jackson, creador de la saga de 'El señor de los anillos'.

La abundante discografía del fallecido cantaor jerezano, entre España y Estados Unidos, pasa por los sellos Phillips, RCA, Decca, Paramount y Columbia Records. Durante su prolongada trayectoria en Nueva York figuran apariciones en programas estelares de la televisión estadounidense como los shows de Ed Sullivan, de George Goble y de Arthur Fiedler. Su última aparición en el cine fue en la película 'Sweet Lorraine', que protagonizaba su hija. Fue una figura en la noche neoyorquina y estrella en locales como el Café San Martin, Chateau Madrid y el Café San Martin. Debido a su delicado estado de salud, en los últimos años estuvo apartado de los escenarios y mantuvo hasta el último momento su pasión y recuerdo por su ciudad de cuna, Jerez, a la que siempre se sintió muy unido.