Las II Jornadas de Historia del Arte en Jerez, organizadas por la UCA y la Asociación Jerezana de Amigos del Archivo, arrancaron ayer en la Sala Compañía con la explicación del contenido de las mismas a cargo del director científico, Fernando Pérez Mulet. Diez ponencias que, partiendo del Jerez señorial surgido tras la Conquista o, como hoy viene a decirse, con la incorporación a la Corona de Castilla, discurren desde la época bajomedieval hasta prácticamente nuestros días con un bienvenido proyecto de rehabilitación y revitalización. "Tratan del gótico tardío y el renacimiento humanista, las transformaciones del Barroco, tanto en la edilicia civil y religiosa como en la arquitectura doméstica, y finalizan con la ilustrada ordenación del XVIII y el eclecticismo de los proyectos académicos decimonónicos", apuntó Mulet. Es, en cualquier caso, historia del arte hecha para entender la cultura de un lugar y una invitación a apreciar y defender el rico legado patrimonial jerezano.

Las Jornadas, que cuentan además con la colaboración del Ayuntamiento y las universidades Pablo de Olavide y Sevilla y han estado coordinadas por Fernando Aroca Vicenti, se iniciaron con la ponencia de Fernando López Vargas-Machuca 'La irradiación del gótico-mudéjar jerezano'. El historiador se centró en la manera en la que "en los últimos veinte años se ha podido ir clarificando la cronología de las diferentes edificaciones jerezanas que, por mezclar elementos de tradición cristiana medieval con otros de ascendencia andalusí, han sido calificadas como "gótico-mudéjares". Hasta ahora clasificados entre los siglos XIII y XIV, recientes investigaciones permiten ubicarlos a lo largo de los dos primeros tercios del siglo XV y atribuirlos a un taller que debió de llegar a Jerez desde Córdoba en el último cuarto de la centuria anterior". El ponente analizó 'El Divino Salvador' de Vejer de la Frontera, "templo cuya mitad oriental es obra de un taller jerezano y puede interpretarse como una especie de eslabón perdido que permite vincular entre sí las principales obras gótico-mudéjares de Jerez, las iglesias de San Dionisio y Santo Domingo, demostrando así que las realizaciones jerezanas están hechas por un único taller en el que probablemente tuvieron gran protagonismo los artífices de la Capilla de la Jura, Fernán García y su sobrino Diego Fernández". En la última parte de su intervención, López Vargas-Machuca defendió que maestros jerezanos trabajaron en ese mismo periodo en obras como Santa María de Arcos de la Frontera, Nuestra Señora de la O de Sanlúcar de Barrameda, el Convento de Santiago de la Espada de Sevilla, la Cartuja de las Cuevas o el mismísimo Monasterio de Santa María de La Rábida, "demostrando la importancia del foco de Jerez en un contexto arquitectónico en el que va a convertirse en gran protagonista en fechas inmediatamente anteriores a que la Catedral de Sevilla comience a imponer en la archidiócesis las fórmulas del tardogótico".

Las Jornadas, que se desarrollan hasta mañana viernes en la Sala Compañía, pretenden recoger las aportaciones que al conocimiento de diferentes aspectos sobre Arquitectura, Escultura, Pintura, etc… realizarán los ponentes, al tiempo que se complementarán dichos aspectos teóricos con una salida por diferentes lugares para apreciar el testimonio de todo aquello que viene a plasmar en la práctica lo analizado en las sesiones teóricas.

Desde la organización de estas Jornadas apuntan que la puesta en marcha de éstas se constituyen como "una plataforma ideal para dar a conocer no sólo al especialista sino, y esto es muy importante, al público en general los resultados de las últimas investigaciones que sobre materia de tanta importancia para el conocimiento, difusión y conservación de nuestro patrimonio artístico tiene como la Historia del Arte. Los autores de las conferencias y comunicaciones nos darán a conocer aspectos inéditos de las manifestaciones artísticas y culturales referidas no sólo a elementos patrimoniales de Jerez sino, asimismo, de su entorno".

Hay que destacar que durante la presentación anoche de las Jornadas se entregó un libro donde se recogen las ponencias y comunicaciones que se presentan en ellas.