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Cultura

El legado de la Cátedra

  • Un paseo por los fondos que la entidad jerezana ha cedido al Centro Andaluz de Flamenco, tras 52 años de 'coleccionismo'

Hay un espacio en el Centro Andaluz de Flamenco (CAF) donde se arremolina el arte. Cajas de cartón, estanterías repletas de libros, armarios con discos de pizarra, cintas de casete, vídeos, revistas, vinilos, archivadores con carteles, correspondencia, documentos, fotografías, cuadros... Desde un maniquí, un traje blanco de cola y mantón fucsia de Antonia Mercé 'La Argentina' observa el percal. A su lado, en el respaldo de una silla, descansa la chaquetilla de Antonio 'El bailarín'. Las prendas parecen comentar entre ellas cómo el paso del tiempo las ha envejecido y sin embargo, cómo la Cátedra de Flamencología ha sido capaz de pararlo, de conservarlas y cuidarlas para el futuro, para los que vendrán después a conocer más del pasado flamenco.

A la pasión por este arte viene a incordiar ahora la senectud. Más de medio siglo hace ya que Juan de la Plata, Manuel Ríos Ruiz, Manuel Pérez Celdrán y Esteban Pino fundaron la Cátedra de Flamencología. Durante todo este tiempo han acumulado un bagaje, un fondo de 3.000 elementos, que el pasado mes de marzo cedieron al CAF para que sea ahora la juventud de esta institución y las de otras almas las que cuiden de cinco décadas de historia.

Juan de la Plata da un paseo por una sala del Centro donde la Cátedra tiene su sede y repasa con este Diario el material entregado. Se para ante el traje de 'La Argentina', que fue cedido por una sobrina. "Fue una bailaora fuera de serie, una mujer muy culta. Una figura universal", cuenta. En unas cajas duermen carteles de diversos festivales flamencos de la provincia, entre ellos, el de La Bulería, de Jerez, "que lo fundamos nosotros y luego el Ayuntamiento se lo quedó por la cara", se queja. Señala los cuadros de Gutiérrez Montiel, las esqueletomaquias de Carlos González Ragel, las fotos de Manolete en plena fiesta flamenca... "Para nosotros ceder este fondo es una satisfacción porque sabemos que no se va a perder y que se va a seguir conservando. Además, así se incrementa la colección del mismo CAF", apunta Juan.

De tantísimos años 'coleccionando' flamenco, para Juan, "lo más querido, a lo que le tengo más aprecio, es a los discos de pizarra". Muestra De la Plata lo que antiguamente era un mueble-cama, que un carpintero convirtió en un precioso armario en el que la Cátedra conserva su discoteca. "Me hubiera gustado -reconoce- tener más cosas de Manuel Torre, el cantaor más famoso de todos los tiempos, de Mercé, de Terremoto...". Y de camino, hace el presidente de la Cátedra un repaso a la situación del flamenco en la actualidad: "Jerez está siempre bien. Hay mucha gente y los hay buenos, malos y regulares. Estamos atravesando un momento excepcional, sobre todo, en el baile con El Grilo, El Pipa, Mercedes Ruiz y Angelita Gómez. Y de cantaores..., Terremoto hijo era una gran esperanza, pero sigue habiendo muy buenos". Durante la charla, recuerda momentos memorables a lo largo de estos 52 años como el concierto que ofreció el pianista Pepe Romero en la calle, improvisado, con su propio piano, a petición del público que lo acababa de ver actuar en la sala Cajasol de Las Marinas. "Era muy buena gente", apostilla.

Para la directora del CAF, Olga de la Pascua, "ya tan sólo el hecho de tener a la Cátedra aquí, en el Centro, es un lujo y Juan de la Plata es para nosotros una institución, una enciclopedia andante". "La decisión de la Cátedra -añade- de ceder los fondos ha sido muy acertada ya que nuestro objetivo es la conservación y difusión de lo que tenemos en nuestras paredes a través de los puntos de información del flamenco. Ya estamos digitalizando parte de los fondos de la Cátedra. El departamento de documentación ha catalogado groso modo los fondos y una parte del CAF se dedicará a exponer este material, zona que estará lista a finales de año. Iremos poniéndolo en valor poco a poco el resto para que se conozca en todo el mundo". Además de un lujo, para el CAF tener este material es también "una responsabilidad porque son más de 50 años de recopilación de información, la documentación de una vida dedicada al flamenco. Es una responsabilidad sobre todo lo que tenemos aquí también. Agradecemos a la Cátedra el trabajo que ha hecho por el flamenco. La Cátedra seguirá en el CAF, Juan no se despide".

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