TRIBUNA LIBRE

Fátima Ruiz De Lassaletta /

El Jerez y sus misterios, de Beltrán Jr.

QUE Beltrán Domecq Williams… y González, si se me permite, haya publicado, al fin, un gran libro sobre la cata y degustación... y misterios del Jerez, es el amable cumplimiento con su dinastía, su ciudad y sus amigos, de uno más de los deberes que, como caballero jerezano, él siempre se ha impuesto y culminado.

Cuando en la tarde del martes, en la Bodega de San Ginés, César Saldaña hizo su exacta presentación del Libro de Beltrán, que inicialmente iba a titularse solamente " El jerez, cata y degustación", pensé que todo estaba dicho pues el cometido del director general del Consejo fue impecable, pero afortunadamente me dejaba la oportunidad de escribirlo en nuestro Diario de Jerez.

La formación británica pura de Domecq Williams por su familia materna, le hace conservador de toda la tradición y saberes en el bien hacer del negocio del sherry, desde los Buck a los Williams, pasando por los Humbert, generaciones de personajes que tanto hicieron, entre Jerez y Londres, por aquellos mundialmente famosos vinos generosos como el Dry Sack, un amontillado abocado, el Dos Cortados, un especial Palo Cortado o A Winter's tale, un poético y shakesperiano Cuento de Invierno.

Mas era tal vez para un amable Cuento de Verano, como parecía abocada la vida de este primogénito de bodegueros, convertido después por décadas en alto directivo bodeguero, visto en aquellos días de travesías en El Sandra, baños chiclaneros en Doña Violeta, o juveniles 'jincanas' en Santiago. Mas no importó, a la vista está, por lo prolífera de su trayectoria profesional y personal, y su maestría como enólogo, que se vendiera su bodega en la Bolsa de Londres, porque buenos cartuchos guardaba en la recámara.

Pero sobre todo porque estaba dotado personalmente de la nariz, olfato para la cata, de sus mayores paternos y del espíritu cortés de su abuela Mercedes. Enología y diplomacia, que también puso durante décadas a disposición de la Casa Domecq, su casa, donde profesores de viticultura y enología, de todas las universidades de los países anglosajones y europeos productores de vinos y embajadores, fueron recibidos por el señor Domecq, su par, incluso después que la bodega, dejó de serle propia otra vez. Porque él ya le pertenecía a la bodega… Y su representación exterior al máximo nivel y sus conferencias sobre el sherry y el brandy, siguieron sucediéndose por todos los confines donde seguía sin ponerse el sol en las etiquetas donde estaba impreso El Majuelo.

Años ha estado preparando su perfecto glosario bilingüe del jerez y el sherry - el Diccionario de Pemartin está sólo en castellano - Y ahora, con EH Editores, nos deleita con esta estupenda obra donde nos desvela todos los misterios que conoce de las bodegas, desde que era niño, aprendidos directamente de los capataces, que como al hijo del jefe le trataban; los compartidos con su propio padre, su tío y su primo, que entre caballeros no había secretos, y los captados, los misterios, en cada una de las miles de catas en ayunas con devoción y experiencia, o en esas degustaciones, donde el consumo en compañía despierta a los duendes del vino. Como la otra noche se disfrutó con tantos parientes y amigos que le acompañaron en el Consejo.

Con un lenguaje claro y directo, con un trato cercano y amistoso, Beltrán Junior, nos hace, en este interesante libro de muy cuidada edición, todas, y más, de las confidencias sobre el vino, que quienes las sabíamos queríamos volver a leerlas de su mano y a todos les hará entusiasmar. Noblesse Oblige.

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