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Balonmano l Campeonato del Mundo

Estrepitoso fracaso en Croacia

  • La selección española se despide de la ronda inicial con una inesperada y bochornosa derrota ante la entusiasta Corea del Sur que le deja fuera de la segunda fase por primera vez en los últimos 30 años

El balonmano español retrocedió 30 años con la derrota de su selección frente a Corea del Sur en el Mundial, en uno de los ridículos más destacados de su dilatada historia en el concierto internacional de este deporte. Con esta bochornosa y decepcionante actuación, España no estará en la segunda fase del Mundial que se disputa en Croacia. Esta circunstancia no se producía desde 1979, año en el que la selección ganó en nuestro país el Mundial B.

España, cuyos clubes dominan Europa y su Liga es la segunda más potente del continente tras la alemana, deberá jugar frente a las cenicientas del campeonato en la Copa Presidente. La selección viajará hoy a la ciudad de Pula, para medirse con Argentina, Australia y selecciones de ese tenor, para intentar acabar lo más cerca del decimotercer puesto.

El destierro en Pula no es más que un castigo merecido por el pésimo Mundial que la selección nacional ha desarrollado en Split. Dos únicas victorias frente a Kuwait y Cuba, y tres demostraciones posteriores de impotencia es el bagaje del equipo convocado y organizado por Valero Rivera.

Primero fue Suecia la que jugó mucho mejor que el equipo dirigido por Rivera. Después, España fue arrollada por Croacia y ayer Corea del Sur, la mejor selección asiática, la mandó al bochornoso destierro de Pula. David Barrufet, que vino a ayudar a Valero Rivera, no se merecía este fin.

El equipo español dio siempre frente a los coreanos sensación de superioridad. Pero el fragor de la competición no sabe de sensaciones. El espíritu del pivote Junggeu Park, todo pundonor, comió el ánimo a los españoles.

El 6-0 defensivo español tampoco pudo con el juego de penetraciones, circulaciones y pases al pivote de Corea. La igualdad fue la tónica predominante y la entrada final en el túnel de la locura colectiva benefició a los asiáticos.

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