Gran victoria del Guadalcacín en el campo del Sevilla C en un partido en el que los jerezanos sufrieron más de la cuenta pero en el que lograron tres valiosísimos puntos con el tiempo cumplido gracias a un gol de Rosales de falta directa. Los hombres dirigidos por Alberto Vázquez ponen así fin a una mala racha de dos partidos consecutivos perdiendo y lo hicieron en un escenario, a priori, poco propicio para ello ya que los sevillistas no conocían la derrota en su feudo. Con pundonor y fe, los azules nunca dieron por perdido el encuentro y encontraron al final una dulce recompensa en forma de tres puntos.

El Guadalcacín supo sobreponerse a las bajas y ya desde muy temprano no renunció a dar la sorpresa y plantar cara al tercer filial sevillista. Así, fruto de esas ganas llegaron las primeras aproximaciones al área local y fue a los 11 minutos cuando una gran jugada conducida por Pablo Pérez, que centró y aprovechó el desaguisado defensivo del rival para que su compañero Adrián Martín no dejara escapar la oportunidad de superar a Javi Díaz. El canario del equipo jerezano, solo ante el guardameta, definió para situar el 0-1 en el marcador.

Las cosas se le ponían muy de cara al Guadalcacín, que a partir de ahí tuvo que tirar de solidez y empaque defensivo para no dejar escapar la renta. Especialmente acertado estuvo su guardameta, un Lebrón que mandó a córner un buen disparo de Víctor superada la media hora. Pese a nadar contracorriente en el primer acto, los visitantes también gozaron de una gran oportunidad de ampliar la renta, pero en un mano a mano de Cristian ante Javi Díaz, el guardameta sevillista estuvo más acertado. Con 0-1 en el marcador se llegó al descanso.

Tras el paso por casetas, el Sevilla C salió dispuesto a igualar la contienda, algo que los azules trataban de frenar con esfuerzo en tareas defensivas y con la consigna de aprovechar al máximo las pocas ocasiones de las que dispusieran. Tras varios intentos fallidos del cuadro local, fue finalmente Torralbo quien en el minuto 70 situaría el empate a uno tras rematar un centro al segundo palo de Víctor. El gol espoleó a filial sevillista, que siguió buscando los tres puntos mientras que los de Alberto Vázquez, con su guardameta muy acertado, trataban de que así no fuera.

Al tramo final del encuentro se llegó con todo por decidir y con la sensación de que el reparto de puntos iba a ser definitivo. Sin embargo, en la última ocasión del encuentro llegó la campanada por medio de Rosales, que con un lanzamiento de falta desde unos 40 metros consiguió sorprender, y de qué manera, al cancerbero Javi Díaz. La explosión de júbilo se hizo patente en un Guadalcacín al que por fin la suerte le sonreía y que conseguía de esta manera acabar con la mala racha de resultados. Sin tiempo para más, los tres puntos volaron hacia el bolsillo de los visitantes, que tumbaron a uno de los mejores equipos en casa esta temporada y respiran más tranquilos en la clasificación tras conseguir su segunda victoria a domicilio del curso.