Después de la última jornada, la 35 en Segunda División, la clasificación se ha apretado más, ya que tanto por arriba como por abajo cada vez cuesta más trabajo sacar los partidos. En la zona alta, el Numancia sólo pudo empatar en Motril, pero conserva su colchón de doce puntos sobre el cuarto; mientras que el Málaga se vio sorprendido en La Rosaleda ante la Real Sociedad, que dio así un paso importante en su lucha por ascender.

El tercer clasificado, el Sporting, pudo con la presión de jugar sabiendo el resultado de los donostiarras y acabó ganando en Carranza, eso sí con un arbitraje muy discutido, y un golazo de Diego Castro.

Cuarto se ha colocado el Castellón, que sin hacer ruido sigue a lo suyo. Esta vez su víctima fue el Poli Ejido (1-0), un triunfo que sirve a los de Pepe Murcia para continuar al acecho de la tercera plaza, de la que está a cinco puntos.

No ocurre lo mismo con Elche y Tenerife, que volvieron a pinchar y casi están descartados para luchar por la tercera plaza.

Pero donde la clasificación más se aprieta es por abajo. Descolgado el Poli Ejido, que está ya seis de la salvación, el perjudicado de la jornada fue el Córdoba, que encadenó su octava semana sin ganar y ya es penúltimo. El sábado tropezó ante Las Palmas y su imagen invita poco al optimismo.

Todo lo contrario ocurre a Xerez, Albacete y Nástic (que con su victoria ante el Celta sale de los puestos de descenso) inmersos en una contrarreloj por abandonar del pozo.

Fuera de la quema se mantiene el Alavés, que logró un balsámico triunfo ante el Elche, gracias a los dos goles del asturiano Adrián López, cedido por el Deportivo de la Coruña hace varias semanas.

En dinámica negativa continúa el Granada 74, que no pudo ganar al líder pese al estreno de Marcos Alonso. Los granadinos suman ya seis jornadas consecutivas sin ganar y son uno de los peores equipos de la segunda vuelta (sólo ha obtenido 12 puntos), solamente superado por el Córdoba (11).

Otro dato significativo de la jornada fue la goleada del Hércules al Éibar (5-1).