El Nástic rompió su gafe de los últimos minutos y derrotó a Las Palmas (2-0) en un partido en el que jugó mal en la primera parte, vibró en la segunda y supo sufrir y vencer a la adversidad ante un equipo, el canario, que se defendió con uñas y dientes y que estuvo muy cerca de dar la sorpresa, pese a jugar en inferioridad numérica los últimos 12 minutos.

En la primera mitad el juego local no fue más que una declaración de intenciones, porque éste se tornó espeso, impreciso y lento, fácil de contrarrestar para los canarios.

En la segunda parte Ferrando tiró de arsenal, dando un nuevo aire a los suyos con la entrada de Moisés y Abel. El partido se abrió completamente, y las llegadas eran para los dos equipos por igual, por lo que el gol podía llegar para cualquier lado, pero la balanza se decantó para los locales con un penalti sobre Calle que Jandro convirtió en el 1-0.

A partir de ahí el Nástic se desmelenó y realizó muy buenos minutos de juego, con un Las Palmas totalmente noqueado que sólo despertó cuando encajó el segundo gol.