Un gol de Jonathan Pereira a falta de dos minutos para la conclusión amargó el debut de Máximo Hernández como nuevo entrenador del Albacete, que no pudo pasar del empate (1-1) en su visita a A Malata, en un encuentro en el que los castellano-manchegos pagaron con la igualada su exceso de conservadurismo en la segunda mitad.

La llegada al banquillo albaceteño de Máximo Hernández, que suplió el pasado lunes a Quique Hernández, pareció dar nuevos bríos al Albacete, que consciente de su delicada situación clasificatoria, saltó al césped de A Malata con el único objetivo de sumar los tres puntos.

El 0-1 llegó para el Albacete a los dieciséis minutos de la segunda mitad en un centro desde la banda derecha de Kike, que ni Manuel Castiñeiras ni el portero Queco Piña acabaron de despejar, para acabar dentro de las redes de la meta conjunto ferrolano. Gol que curiosamente tuvo un efecto nocivo para el cuadro castellano-manchego, que satisfecho por su botín, fue cediendo metros y metros a los locales, que más por corazón que por juego acabaron encerrando al Albacete en su propio campo.

Un acoso que, sin embargo, apenas generó ocasiones de gol para el Racing de Ferrol, que cómo no, encontró el camino hacia el gol en la figura del joven vigués Jonathan Pereira, que sumó su décimo gol de la competición.

El jugador cedido por el Villarreal recibió un balón en la derecha del área, para tras deshacerse de su defensor con un magnífico recorte, situar el definitivo 1-1 con un disparo con la izquierda que se coló en la portería albaceteña.

Un empate que permite al Racing de Ferrol sumar su sexta jornada consecutiva sin perder, y lo más importante mantener la distancia con un rival directo en la lucha por la salvación, antes de afrontar un duro calendario que le enfrentará con Numancia, Sporting de Gijón, Real Sociedad y Celta de Vigo.