Una vuelta más

Un circuito en el cielo

Jesús Benítez, con Jorge Martínez ‘Aspar’ y Ángel Nieto en un Gran Premio de 1997.

Jesús Benítez, con Jorge Martínez ‘Aspar’ y Ángel Nieto en un Gran Premio de 1997. / Paco Peña

ÁNGEL Nieto ha puesto rumbo a la eternidad. Su gloriosa estela continuará alargándose más allá del diabólico circuito que es la vida. A los setenta años de edad, este legendario piloto español nos ha dicho adiós de forma brusca y trágica, pero no en este deporte al que tanto entregó y arriesgó para convertirse en uno de los mejores de la historia.

Un automóvil golpeó el quad que Nieto conducía el pasado miércoles 26 de julio en una carretera de Ibiza y, tras salir despedido, su cabeza recibió un golpe brutal contra el suelo. Después de una semana luchando en la carrera más dura que hubiese competido, su corazón se paró para siempre el jueves 3 de agosto de 2017, que será recordado como el día en el que un Ángel subió al cielo para construir y ganar en su propio circuito.

Ángel Nieto colgó hace mucho tiempo las botas y el casco. Hasta 1986, se había roto más de 17 huesos y creyó que había llegado el momento de parar. En su mochila llevaba ya el mayor número de títulos logrados por España en la historia del motociclismo y pensó que podía seguir engrandeciendo el deporte con sus enseñanzas. Y así lo hizo. Su sombra ha sido alargada en el más de medio siglo que ha ejercido de Maestro en los circuitos, tanto como piloto, director de equipo, como padre de figuras, como comentarista y, sobre todo, como leyenda que un maldito revés del destino nos ha arrebatado.

Aunque Ángel Nieto se retiró a los 39 años de edad, su currículum es el segundo más laureado de la historia con 12+1 títulos mundiales (nunca quiso usar el número 13 del gafe), tan sólo superados por los 15 que tiene en su haber el italiano Giacomo Agostini, mientras que el tercero en liza es su gran amigo Valentino Rossi, con 9 títulos. Nieto consiguió 223 victorias en su carrera deportiva, 90 en el Campeonato del Mundo y 133 en el Campeonato de España, donde se llevó un total de 23 títulos nacionales. Su mejor año fue 1972, en el que consiguió el doblete mundialista en 50 cc y 125 cc (ambos con Derbi), anotándose también esa temporada los tres títulos de nuestro país en 50, 125 y 250 cc. En cuanto a podios, es el quinto mejor de todos los tiempos, con 139, por detrás de los ya mencionados Rossi y Agostini, a los que siguen Jorge Lorenzo y Dani Pedrosa (4º y 5º, respectivamente).

Ángel Nieto nació en Zamora en 1947 y, antes de convertirse en leyenda planetaria, llegó a vivir en el sótano de una frutería, siendo su paga mensual de 700 pesetas cuando se fue a Barcelona para trabajar a las órdenes de marcas como Bultaco, Ducati o Derbi. El 12+1 fue el primer español que consiguió un título mundial para nuestro país el 14 de septiembre de 1969 en el circuito yugoslavo de Preluka en Opatija. Lo hizo con una artesanal Derbi de 50 c.c. en un trazado construido entre barrancos y precipicios que, en un desliz, te podían llevar directamente al mar. Cuánto han cambiado las cosas desde entonces y qué lejos han llegado este deporte y nuestros pilotos, gracias a los granitos de arena aportados por genios como Nieto, con el que durante las últimas décadas he tenido la suerte de convivir en el mundo de la moto observando su sombra alargada.

Entre las millones de anécdotas que atesora, una de ellas sucedió en Jerez cuando aún no había cumplido 18 años. El caso es que Paco Pacheco, que fuera memorable presidente del Moto Club Jerezano, tuvo que sacarlo de su arresto en un cuartel la primera vez que vino a correr al circuito urbano de La Constancia. Cuando Nieto bajó del tren en la estación, varios Guardias Civiles le pidieron la documentación y no creyeron que fuese a competir en una carrera de motos, pues carecía de permiso paterno. La última vez que Ángel Nieto rodó en el Circuito de Jerez (donde tiene su propia curva) fue en 2015 con una Aprilia 125, junto al resto de figuras que se dieron cita en el trazado andaluz para una reunión mundial de leyendas (World GP Bikes Legends), entre las que estaban Gardner, Schwantz, Spencer, Cardús y Garriga, entre otros.

Se da la trágica coincidencia de que Joan Garriga también perdió la vida en un accidente de tráfico, justo unos meses después de esa reunión de pilotos legendarios celebrada en Jerez, en la que participó junto a Ángel Nieto. En el caso del catalán (subcampeón mundial de 250 en 1989), su fallecimiento se produjo el 25 de agosto de 2015, tras varios días luchando por sobrevivir en un hospital de Barcelona, ciudad en la que fue embestido conduciendo una moto por el vehículo de un anciano que se saltó un semáforo.

Aunque el motociclismo es un deporte de riesgo, las tragedias no tienen por qué producirse en los circuitos para engrandecer a sus leyendas. Entre otros, el también mítico Mike Hailwood, nueve veces campeón mundial de motociclismo y estrella de la Fórmula 1, también falleció en un accidente de automóvil a la edad de 40 años en 1981. Leyendas como él y Ángel Nieto, junto a los muchos campeones y figuras que nos han dejado, seguirán compitiendo en el cielo, porque los genios nunca se detendrán en su otra vida.

(*) Jesús Benítez, periodista y escritor, fue editor jefe del Diario Marca y, durante más de una década, siguió todos los grandes premios del Mundial de Motociclismo. A comienzos de los 90, ejerció varios años como jefe de prensa del Circuito de Jerez.

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