La inversión pública real en Andalucía, es decir, los contratos adjudicados, ascendió en 2023 a 3.548 millones de euros, una moderada subida del 3% respecto al año anterior, según los datos del Circulo de Empresas Andaluzas de la Construcción, Consultoría y Obra Pública (Ceacop)

Se trata de la cifra más alta desde 2009 pero lejos de los 4.566 millones de ese año y del récord de 4.640 millones de 2007. Si tenemos en cuenta la inflación, explica Ceacop, ahora mismo los poderes públicos invierten solamente el 56% de lo que lo hacían entonces.

En cualquier caso, estamos ante el nivel más alto de la última década, similar al de 2022 pero muy superior a los 2.013 millones de 2019 o los 1.325 de 2018, en un contexto que está favorecido ahora por el fuerte impulso de los fondos Next Generation.

Por administraciones, son el Gobierno central y sus organismos dependientes los que asumen el mayor peso (el 38,1%, casi cuatro de cada diez euros), con 1.352 millones de euros. La subida respecto a 2022 es considerable, del 37%, y contrasta con el descenso del esfuerzo inversor de las administraciones de la comunidad (Junta, ayuntamientos, diputaciones y universidades).

Ello se debe principalmente a dos factores: la fuerte inversión del Ministerio de Transportes en la provincia de Cádiz y en menor medida en Almería, y la recuperación del gasto en la región del Ministerio para la Transición Ecológica, el competente en materia de aguas. Así, el departamento de Teresa Ribera incrementa un 152% su inversión, hasta 242,6 millones, después de dos años en los que en un contexto de grave sequía había asignado 95 (2021) y 96 millones (2022). Transportes invierte 874 millones de euros, un 15% más, con Cádiz a la cabeza con 333 millones y Almería después con 212 debido, entre otras cosas, a los trabajos de Adif en la línea Algeciras-Bobadilla y el corredor Mediterráneo.

La Junta de Andalucía reduce el montante destinado a adjudicaciones levemente, un 2,3% y sitúa la cifra total en 968 millones de euros. Sorprendentemente, la Consejería más inversora no es Fomento, como cabría esperar, sino Salud, con 332 millones y una gran cantidad de obras. Fomento se queda en 302 millones, y en cualquier caso hay una elevación del presupuesto significativa, teniendo en cuenta que en el año 2022 fueron 215 millones de euros.

La tercera consejería en inversión es la de Agricultura, con un bajón importante respecto al año anterior. Destina a obra pública 180 millones de euros, un 57% menos que en 2022. En realidad, sería injusto decir que el esfuerzo es escaso: el la cuarta cantidad más alta desde 2009. Lo que ocurre es que la de 2022 fue récord absoluto (423 millones) y la del anterior (373 millones) también fue muy alta. En 2023, respecto al combate contra la sequía la administración central y autonómica han invertido sus papeles inversores, aunque en el conjunto de estos tres años ha gastado mucho más Agricultura (776 millones) que Transición Ecológica (433).

La tercera gran pata inversora, la de los ayuntamientos, sufre un retroceso del 15%, hasta 1.012 millones, aunque es el tercer año consecutivo que está por encima de los 1.000. Llama la atención, en este sentido, la capacidad inversora de los ayuntamientos de Málaga. Uno de cada tres euros destinados a este fin por los consistorios en Andalucía son malagueños. En la propia Málaga suplen la relativamente escasa inversión de otras administraciones (en comparación con otras provincias): copan el 64% (331 millones) de los 512 millones destinados a la provincia.

En total, la más beneficiada de la inversión pública es Cádiz (777 millones), seguida de Málaga (512,4 millones), Sevilla (492 millones), Granada (477 millones), Almería (422 millones), Huelva (298 millones), Córdoba (269 millones) y Jaén (176 millones).

La inversión total se completa con la de las Universidades (33 millones, un 34% menos), las diputaciones (137 millones, un 21% menos) y otras administraciones (44 millones)