El presidente de la Asociación de Industrias Químicas, Básicas y Energéticas (Aiqbe), José Antonio Agüera, utilizó una frase de su propio sector para intentar explicar los resultados que ayer contenía la Memoria de Sostenibilidad de la entidad y se refirió a que el volumen de producción de las 15 empresas que la integran va "a toda marcha". En la facturación, hubo más dudas, ya que los 8.220 millones de euros con los que se cerró el ejercicio del año pasado, suponen encadenar el segundo año de descenso, algo explicable al analizar el precio de las materias primas, especialmente el del crudo, que sustancian buena parte de su actividad; la caída fue de un 18% frente al volumen registrado el año anterior con un petróleo que comenzó el año a 30 dólares el barril para recuperarse, aunque menos que doce meses antes. Sea como fuere y para poner esa cifra en su contexto, esos 8.220 millones suponen "tres veces más que todo el sector del aceite de oliva en Andalucía y eso es algo que tenemos en Huelva". En cualquiera de los casos, varias de las plantas operativas del Polo Químico "han batido este año sus registros históricos en cuanto a producción", con lo que la recuperación económica "sobre todo de la demanda interna", augura unos futuros ejercicios sobresalientes. El beneficio bruto de explotación superó los 604 millones de euros.

Donde sí se ha notado de una manera vigorosa es en materia de creación de empleo. Así, los socios de Aiqbe alcanzaron una empleabilidad de 2.178 personas en línea con lo registrado en años anteriores, aunque la cifra de los puestos de trabajo en empresas auxiliares y subcontratas (2.191) es la mayor desde el año 2013. Sobre los inducidos, éstos llegan a todos los sectores, desde los 3.400 en el sector servicios, a los 1.250 en la construcción hasta los 200 en hostelería, hasta sumar más de 8.000 entre directos, indirectos e inducidos. Se trata, según explicó Agüera, de empleos "estables, hasta un 94% de contratos indefinidos, de alta cualificación y con alta retribución que supone la aportación de 25 millones de euros a las arcas de la Seguridad Social". Además, el 72% de las empresas implemantaron planes de formación continua que afectaron a más de 1.300 personas.

El capítulo de inversiones es otra de las joyas de la corona de la industria del Polo Químico. Sus empresas llegaron a los 190 millones de euros el año pasado, 40 millones más que el anterior y más de cien respecto a 2014. Se trata de mejoras implantadas en el proceso productivo (79%), aunque comienzan a tener su importancia cada vez más acentuada las destinadas a seguridad y salud laboral (9%) y de protección ambiental y I+D+i con un 6% del total respectivamente. Entre ellas, destacan las llevadas a cabo en la optimización de la planta de aromáticos de la Refinería de Cepsa, en unas mejoras constantes destinadas a la producción de materia prima para plásticos, detergentes o resinas. En los últimos cinco años, las inversiones de las empresas de Aiqbe llegaron a los 678 millones de euros, a los 5.700 desde 1990 y únicamente el año pasado, las asociadas invirtieron más que todas las administraciones y organismos públicos en obra pública en toda la provincia de Huelva. Es en este apartado donde se prueba la salud de un sector que promete llegar "a los 1.000 millones de euros en el próximo lustro".

Es precisamente en Huelva donde se comprende mejor la enorme importancia que tiene este conglomerado de empresas para la generación de riqueza y la creación de empleo. Agüera detalló que su actividad "genera 1.043 millones de euros en Valor Añadido Bruto y una contribución fiscal superior a los 25,44 millones de euros". La cantidad supone el 12,3% del VAB de toda la provincia y el 4,6% de su empleo; por decirlo de otra manera, por cada euro de impacto directo, se generan 1,38 y por cada empleo, se crean 3,61 en la provincia. Agüera puso sobre la mesa que "la cantidad que genera la Aiqbe en Huelva, es la misma que todo el sector aeronáutico andaluz".