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Fernando Rodríguez Villalobos| Presidente de la Diputación de Sevilla

"Hemos transformado el blanco y negro de los pueblos en color en los últimos años”

Entrevista a Fernando Rodríguez Villalobos, presidente de la Diputación Provincial / Antonio Pizarro

Cantaba Gardel que 20 años no es nada en su tango Volver. A Fernando Rodríguez Villalobos (La Roda de Andalucía, 1952) le va a faltar un año para llevar dos décadas al frente de la Diputación Provincial de Sevilla. Fue investido en septiembre de 2004. Un convencido del municipalismo –alcalde de La Roda de Andalucía de 1983 a 1999 – que siempre encuentra una ocasión para reivindicar el orgullo de ser de pueblo. Este maestro del IES La Roda no abandona su vocación docente en ninguna de sus intervenciones públicas, intentando explicar claramente conceptos tan farragosos como los de los expedientes administrativos o los presupuestos de la institución provincial.

En una semana, dejará de estar al frente del ayuntamiento de los pueblos de Sevilla, como ha definido a la Diputación en más de una ocasión. A estos 19 años hay que sumar el tiempo que fue diputado de a pie, portavoz del grupo de Gobierno, vicepresidente. Así que, más que Volver, su canción podría ser Toda una vida de Antonio Machín, aunque él es más de flamenco. Como él mismo explica, "otra cosa no, pero conocer la casa la conozco perfectamente".

Seguramente, el 7 de julio tomará el relevo al frente de la Diputación Javier Fernández de los Ríos Torres, actual alcalde de La Rinconada. Pero la entrega de la vara de mando provincial no significa que Villalobos se retire del municipalismo. Al menos durante cuatro años más será el teniente de alcalde de Castilleja de la Cuesta "por un compromiso tanto con el pueblo como con la alcaldesa" con el especial desempeño de la redacción del PGOU del municipio aljarafeño.

Su sucesor no tendrá la mayoría absoluta de la que ha gozado Rodríguez Villalobos durante sus mandatos, "pero para ello están los acuerdos y consensos con fuerzas más o menos afines a tu onda política como Izquierda Unida o Adelante Andalucía".

Más infraestructura en los municipios

Desde la primera vez que entró en la Diputación en 1991 han pasado 32 años que han servido para formar parte del cambio en la fisonomía de los pueblos sevillanos. "El blanco y negro de aquella época lo hemos transformado en municipios de color, dotados de infraestructura y equipamiento con la calidad suficiente para prestar unos servicios a nuestros vecinos como se merecen, y así hemos sido capaces de cohesionar una provincia”, afirma.

Una tarea que ha sido difícil "con pueblos que distan más de 100 kilómetros de la capital, metidos en el corazón de la Sierra Sur o de la Sierra Norte y con unas condiciones diferentes a los que están a diez kilómetros de la gran urbe como ocurre con el Área Metropolitana", explica.

Para conseguirlo, se han aplicado "coeficientes correctores para ayudar un poquito más a los que menos tienen; es decir, a los municipios de menos de 20.000 habitantes y a los más rurales”, asegura Villalobos.Para el presidente, este trabajo ha permitido mostrar ahora una provincia “donde no te extraña llegar a un pueblo de mil habitantes y ver un campo de fútbol de césped artificial, pabellones cubiertos, teatros, casa de cultura, biblioteca. Unos equipamientos que antes no teníamos y mostraban la imagen de la ciudad con mucho músculo y los pueblos un poco acomplejados", afirma.

vivir en un pueblo

Si hay algo que caracteriza a Fernando Rodríguez Villalobos es su orgullo de ser de pueblo. “Antes algunos trataban de humillarnos diciendo: estos catetos, ¿dónde van?. Pues los catetos nos hemos espabilado. Hoy la mayoría prefiere vivir en un pueblo porque allí se ofrecen servicios de calidad”, razona el presidente.Por esta misma razón no cree que la despoblación haga mella en la provincia. “Conociendo y estudiando la zona que se está despoblando en España, no tiene nada que ver con Sevilla. No hay alarma porque alguna comarca se haya venido abajo. Es cierto que el Área Metropolitana crece mucho más que la Campiña o la Vega, pero no es preocupante", expone.

Ahora bien, esta tendencia no quiere decir "que tengamos que dejar los brazos caídos", advierte. “Hay que poner el barro antes de que te pique el tabarro", sentencia con uno de esos dichos con el que salpica cada una de sus intervenciones. "Las políticas para evitar que los pueblos se vacíen deben venir de la mano del Gobierno de España y de la Junta de Andalucía con unos programas que nosotros ejecutemos y que no difieren en gran parte de lo que ya tenemos en marcha", añade.

La línea de trabajo de la institución provincial es que una vez que ya tienen unos servicios de calidad, “se pueden asentar en este territorio porque han encontrado su medio de vida, porque las familias no tienen que emigrar buscando trabajo. Ya hemos creado la infraestructura para que los emprendedores, que son quienes crean el empleo, se asienten en la provincia de Sevilla".

Una evolución en el mundo local que ha vivido de primera mano. "Cada uno ha ido a hacer y ejecutar lo que le corresponde. No nos hemos distraído con estar presente donde nos llaman por intereses. La Diputación ha dejado de estar en Fibes, Estadio de la Cartuja, ha bajado el nivel de compromiso en el Teatro Maestranza. Eso mermaba los presupuestos de la institución provincial y decidí que ese esfuerzo económico tenía que ir a las necesidades de los ayuntamientos de la provincia".

En el ámbito económico durante los últimos años, se han activado los remanentes positivos generados durante años por la institución y se ha dotado de autonomía a los ayuntamientos para que ellos decidieran dónde iban los fondos que la Diputación les iba a inyectar.

"Al final, sumando Supera, Contigo, Actúa, los remanentes, liquidación de presupuestos, etc. Hablamos de mil millones de euros extraordinarios que han ido a todos y cada uno de los pueblos sevillanos para ejecutar lo que han decidido sus plenarios porque son ellos quienes saben qué hace falta en sus territorios. Hemos respetado la autonomía municipal, algo que no es normal que haga una administración supramunicipal", explica.

Esta labor de la Diputación “aún es desconocida por los sevillanos que no sean de un pueblo de menos de 20.000 habitantes. Es más, la gente me para por la calle para decirme que por favor no quite el cine de verano, pero nadie me ha felicitado por el Plan Contigo o el Actúa porque al final queda marcado en la Diputación por el patio donde hay ferias. Por este anzuelo sí se informan de lo que hacemos. Pero los alcaldes y concejales sí aplauden la labor de esta institución independientemente de su signo político”, reconoce.

Una de las explicaciones de que esto sea así, según Villalobos, es que en los momentos complicados, como en la pandemia, "hemos estado al pie del cañón".

"Durante la fase más dura del Covid hemos estado con los alcaldes, llevando mascarillas, hipoclorito sódico, etc. Otras administraciones han brillado por su ausencia. Tuve la ocasión de pertenecer al Cecop y expresé el desasosiego y preocupación de los alcaldes. Al final la Diputación ha demostrado que sirve, incluso en los momentos más complicados", recuerda.

Pandemia

En esos momentos de pandemia se puso de manifiesto la importancia de la digitalización de los territorios. "Uno de los objetivos más claros de la casa, no sólo en los centros públicos, sino que el vecindario en general también forme parte de la transformación digital para que se faciliten tanto los procedimientos administrativos, tengan más información y transparencia tanto a través de la digitalización como de la Inteligencia Artificial en las zonas rurales", asegura.

Para ello ha tenido mucha importancia el papel de Inpro (Informática Provincial de la Diputación de Sevilla) con una importante partida presupuestaria para tener ayuntamientos con las tecnologías más avanzadas.Para su sucesor, afirma no ser de los que dan consejos. “Cuento mi experiencia si es que me lo piden, Javier Fernández tiene mucho bagaje, con muchas mayorías ganadas en La Rinconada. Es una persona que no va a encontrar ninguna dificultad en esta casa. Cada maestrillo tiene su librillo –volvemos a los dichos– y el pondrá su sello como yo he intentado poner el mío. Él lo puede hacer mejor que yo y espero que dentro de equis años pueda decir que no me he equivocado. Tiene todas las papeletas para hacer una buena gestión”, afirma.

Evolución de la política

Pero Fernando Rodríguez Villalobos no sólo ha vivido la evolución de los pueblos de Sevilla. A lo largo de estos 32 años ha sido testigo de cómo han evolucionado la política y las relaciones entre los políticas. “ En esta casa hemos practicado siempre una buena relación entre las fuerzas políticas porque, entre otras cosas no hemos machacado por tener la mayoría absoluta. Aquí le preguntas al diputado de Vox –que sólo hay uno – cómo lo hemos tratado, y te dirá que como uno más. Incluso me han ayudado desde la oposición a hacer una gestión decente. No me han puesto pegas, ni zancadillas. Cada uno en su papel, lógicamente. La oposición me ha dado caña cuando ha tenido que hacerlo, pero con carácter general, bien. Incluso he procurado aprobar los grandes hitos de esta casa por una mayoría mayor a la que me otorgaba mi grupo político”, recalca Villalobos.

De este modo, el presidente quería “hacer partícipes a todos de la gestión de manera activa. Si hablas con los grupos de la oposición, escuchas las demandas que te hacen y puedes incluirlas en los presupuestos, eso facilita la buena relación que ha habido en esta casa. Hay que llevarse bien con la gente en general”, afirma.

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