El clima "magnífico" que percibió en su reunión con las asociaciones de jueces el pasado lunes fue razón suficiente para que el ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, se cargara ayer de optimismo y asegurara que es "inevitable" que se abra un "horizonte de entendimiento" con los jueces. Así, Bermejo recordó que tras su cita "hay un acuerdo general" con las asociaciones en sus reivindicaciones, "salvo en la remuneración", aunque reconoció que todavía hay "un camino que andar" para "salir de ciertas contradicciones". "Lo que importa es que nos hemos sentado a hablar, que ayer -por el lunes- hubo un tono de diálogo magnífico, como debe ser, y que el Ministerio se sentó con los únicos representantes legítimos de los jueces, que son las asociaciones", aseguró.

Mientras, el Consejo General del Poder Judicial quiere que jueces y Gobierno hagan un nuevo esfuerzo por lo que solicitó otra reunión antes del 18 de febrero, fecha de la jornada huelga. Por el momento, los jueces adoptan distintas posturas sobre la huelga, que respaldará un 20% de la Carrera. Mientras algunas juntas se reunirán a lo largo de esta semana para analizar el resultado de dicha reunión (Murcia, Valencia) otras lo descartan y mantienen sus convocatorias (Tenerife o Asturias). Así, los jueces y magistrados de Murcia celebrarán hoy una asamblea, y lo mismo harán los de Valencia mañana. En Alicante y Castellón se aprobó secundar los paros del día 18, y esta opción no será replanteada de momento.

Más duro se mostró el juez decano de Badajoz, Emilio García Cancho, que vaticinó que "a raíz del fracaso" de la reunión con Bermejo a los paros "se unirán muchísimos más compañeros".

Desde el PP volvieron a cargar duramente contra el titular de Justicia, al que culpan de desaprovechar la "oportunidad de oro" que tuvo el pasado lunes para desconvocar definitivamente la huelga, y advierten que el Pacto por la Justicia está en "situación terminal".