Festival de Jerez

Un poemario chileno y un amor entres dos mujeres

  • La bailaora murciana Cynthia Cano acude a Gabriela Mistral para su estreno absoluto en el Festival de Jerez con Locas mujeres

Un poemario chileno y un amor entres dos mujeres

Un poemario chileno y un amor entres dos mujeres / Tamara Pastora

En la antesala del 8M, Día Internacional de la Mujer, la bailaora Cynthia Cano (1993), ha dirigido su mirada a la poeta chilena Gabriela Mistral para la creación de su propuesta. Era el estreno absoluto de Locas mujeres y la primera vez de Cynthia Cano con un espectáculo propio en el Festival de Jerez. La bailaora murciana ha encontrado en la pedagoga y escritora chilena un aliciente para su propia creación, concretamente en el poemario Lagar, que contiene una sección homónima que ha dado nombre a la obra de Cano. Gabriela Mistral fue la primera persona de Latinoamérica en ganar el Premio Nobel de Literatura en 1945 y, hasta la fecha, sigue siendo la única mujer latinoamericana con este reconocimiento. Ahora, como ya sucediera con Mercedes de Córdoba y su ofrenda a Marga Gil Roësset, una mujer con una vida y obra de sumo interés llega a la escena de 2024 gracias a la sabia mirada por parte de estas artistas contemporáneas.

La sección Locas mujeres consta de varios poemas inspirados en estados emocionales y personalidades de la mujer, y la bailaora murciana ha llevado al baile cuatro de estos estados de ánimo: la otra (opresión), la bailarina (libertad), la abandonada (locura) y la dichosa (pasión), con dramaturgia de Mercedes Imbernom e idea original y guión de María Dolores Ros. Para la dirección músical y guitarra Francis Gómez (que repite tras su trabajo con Joaquín Grilo, presente, por cierto, en este espectáculo como director artístico y escénico); para el cante, Carmen Grilo y Teresa Hernández (cantaora linense que actuó el pasado verano junto a Lola Índigo en el Teatro Real de Madrid), y para la percusión Carlos Merino, que ha acompañado ya en este festival a La Moneta y a Beatriz Morales.

El espectáculo de Cynthia Cano ha transcurrido, como su guión indica, por varios pasajes que han ido desde la rabia a la emancipación, momentos que Cynthia Cano ha aprovechado para liberar no solo su faceta como bailaora, también su faceta de intérprete con una carga expresiva de gran personalidad, aunque quizás demasiado homogénea durante todo el espectáculo, se ha echado de menos mayores contrastes o lugares para el recogimiento, no solo en su cuerpo, también en su expresión. Aún así, hemos visto a una Cynthia Cano que ha demostrado pasión y compromiso con esta obra, una alineación entre la artista y la poeta chilena, piedra angular de su espectáculo. Locas mujeres ha contado con varios recursos (proyecciones, voces en off y vestuario) para contextualizar la vida de Mistral y la época, pero muchas veces, es preferible optar por el camino del “menos es más”. Locas mujeres podría haber funcionado igual o mejor optando por un montaje más limpio, y también sacando a los músicos de sus cajas. Cuando hay música en directo, ver a los músicos tocar sus instrumentos es tan importante como ver a la propia bailaora.

Pero si ha habido un momento álgido de Locas mujeres, cuyo regusto ha sabido especialmente a gloria, ese ha sido el de las alegrías protagonizadas junto a la cantaora linense Teresa Hernández (1992), todo un descubrimiento para este festival. Este pasaje estaba inspirado en la relación sentimental entre Gabriela Mistral y Doris Dana, un amor que a ojos de la sociedad permaneció oculto, pero que en los últimos años ha sido reconocido como lo que fue, un amor lésbico entre ambas escritoras. En un precioso alarde de valentía y sinceridad, ambas artistas se han fundido en un amor desprejuiciado y transparente. La voz de Teresa Hernández, que a ratos es pequeñica y sincera, como diría la jota aragonesa, pero de repente encuentra un canal directo hacia esos rincones profundos del flamenco, ha embriagado el aire de estas alegrías. El acompañamiento ofrecido por Teresa Hernández es digno de mención y este momento se quedará como uno de los más especiales, por original, transparente y atrevido. No siempre se besan dos mujeres en un escenario, y hacerlo a través de la obra de Mistral en el día previo al 8M, pellizco tiene.

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