La caseta municipal llena de gente una de las noches de la Feria.
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Una de las calles del Cortijo de Torres atestada de visitantes.
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Las atracciones siguen siendo la mejor diversión para los niños.
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El tradicional tio vivo sigue funcionando año tras año.
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Las luces de las atracciones y de las bombillas iluminaban el Real.
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Colorido de luces en una de las calles de las casetas familiares del Real.
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Atracciones para todos los gustos.
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Los jóvenes tampoco se pudieron resistir a soltar adrenalina en las atracciones.
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Las tómbolas tienen un huego en la Feria de Málaga.
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El barco Vikingo instalado en el Cortijo de Torres.
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Precios anticrisis en las tómbolas del Real.
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Cientos de papeletas en el suelo de una tómbola y algunos malagueños probando suerte.
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Sillas voladoras a lo grande en el Real.
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Diversión en la zona de atracciones de la feria.
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Un buen chapuzón no viene mal para refrescar el ambiente.
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No hay nada mejor que mojarse un poco para sofocar el calor de la noche.
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A toda velocidad en las atracciones de la Feria.
Jugar al bingo es posible en el Real de la Feria.
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Jóvenes bailando la conga en la nueva zona habilitada para la concentración de este colectivo.
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Algunos jóvenes se pasean por la remodelada zona de la Juventud.
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Una de las nuevas casetas instaladas en la zona de la Juventud.
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