La central sindical CGT denunció ayer públicamente la posible explotación laboral de inmigrantes, de distintas nacionalidades, que trabajan en empresas del entorno del polígono industrial de El Portal aunque, en concreto, las sospechas apuntan a negocios de reciclaje. Los trabajadores extranjeros cuentan con permiso de residencia (tienen 'papeles' en la jerga que maneja la mayoría de los inmigrantes) y están contratados legalmente pero, según explicó ayer el sindicalista José Antonio Sánchez Lozano, "perciben salarios de miseria por jornadas agotadoras de trabajo que son, además, en horarios muy irregulares".

Varios de estos trabajadores, originarios de países del Este de Europa, indicaron que desde febrero no han percibido ninguna paga y cuando lo han hecho en meses anteriores es "a cuentagotas, porque les pagan 50 ó 100 euros cada dos semanas". La CGT explicó que las personas afectadas, de diferentes países como Hungría o Bolivia y vinculadas laboralmente a distintas empresas, temen denunciar su situación a las autoridades laborales por temor que los empresarios los despidan. Incluso son reacios a facilitar el nombre de las empresas que supuestamente los explotan. "Tienen miedo a represalias, que les echen a la calle apenas pongan una denuncia, pero nos transmitieron que algunos han tenido que dejar sus casas, de alquiler, porque no pueden afrontar los pagos", agregó este portavoz.

Uno de los trabajadores "no nos lloró de milagro" , dijo Lozano, cuando se entrevistó, con dificultad, ya que no domina el español, con él y los miembros de la asesoría jurídica del sindicato para exponerle su caso. La CGT señaló ayer que denunciará esta posible explotación laboral a la Inspección de Trabajo para que tome cartas en el asunto. Se insiste en que los empleados son muy reacios a hacerlo por temor a peder su puesto de trabajo "aunque sea muy mal pagado". Los trabajadores relataron a la CGT que en caso de cobrar con regularidad la nómina ésta sólo incluye el salario base y no perciben horas extra a pesar de sus jornadas de doce con "horarios extrañísimos, pues nos hablan que pueden entrar a las 11:00 de la mañana y salir a las 18:00 o al revés".

La CGT indicó en un comunicado de prensa que "repudiamos la actitud de estos empresarios que usan la condición de extranjeros de estos trabajadores para su beneficio propio sometiendo a estas personas a la explotación en el sentido más amplio de la palabra"