tribuna de opinión

Dastis, bearneses de Jerez

  • La huella que dejó en Jerez la familia del ministro de Asuntos Exteriores.

Cuando nos enteramos de la grata noticia del nombramiento como ministro de Asuntos Exteriores de nuestro jerezano don Alfonso Dastis a todos nos pilló descolocados. No sabíamos ubicar a la familia Dastis. ¿Como es posible perder de la memoria a los Dastis médicos, a los Laboratorios Lukol? ¿Y a los Dastis de la barriada España, con los cuales jugamos a la pelota en su coqueta alameda por los años de 1960?

Nos sucedió que al retroceder la memoria atrás ya hay cosas que no están con nosotros cuando creíamos que sí lo estaban. Jerez ya no termina en la calle Zaragoza, llena de hollín de la maquinilla y restos de herrumbre de la fábrica de puntillas. Ni tampoco en la barriada de la Vid, ni en la Asunción, ni en la barriada de la Plata, ni en el Hospicio, ni en Vallesequillo, tampoco en los jardines de El Tempul. Ya no están los Dastis en la barriada y no podemos estar pendiente, ni asomarnos por la ventana por si en esa casa había niños con quien jugar.

En el Tratado de Utrecht de 1713, que puso fin a la Guerra de Sucesión (1701-1713) por la corona española e instauró a la Casa de Borbón francesa en la monarquía de España, Francia logró retener una serie de privilegios obtenidos para sus comerciantes en España. Así continuaron disfrutando de los concedidos por los Acuerdos y Tratados particulares entre 1659 y 1697 como nación más favorecida, reconocido esto en el artículo seis del Tratado de los Pirineos del año 1659.(1)

Razones de política interior y de política exterior, llevaron al primer monarca español de la Casa de Borbón, Felipe V (1683.1700-1746), a apostar decididamente por incrementar y fomentar el comercio atlántico con Hispanoamérica, potenciándolo desde la ciudad portuaria de Cádiz.

Con los informes y opiniones de los ministros ilustrados Andrés de Pez y Malzárraga (1657 Cádiz-1723 Madrid), José Patiño y Rosales (1670 Milán-1736 Madrid) y el jerezano Luis Félix Mirabal y Espínola (1670 Jerez-1729 Madrid), y para ello, se decretó en 1717 el traslado de la Casa de Contratación que hasta entonces permanecía en Sevilla, a la ciudad de Cádiz con el consiguiente monopolio del comercio americano desde el puerto gaditano. Monopolio que duró hasta 1790 como consecuencia de la promulgación del Reglamento y Aranceles Reales para el Comercio Libre de España e Indias de 12 de octubre de 1778, y con ello la par condictio concurrrentium.

Jerez, Sanlúcar y El Puerto de Santa María obtuvieron en 1768, el privilegio llamado Tercio de Frutos o Tercio de Toneladas que consistía en la disponibilidad de cargar una tercera parte del buque de las flotas de Indias con productos de estas tres zonas.

Por lo cual productos de la zona eran vendidos por los cosecheros jerezanos para llevarlos a los puertos americanos, efectuados por auténticos exportadores de la época, denominados Cargadores a Indias. Entre estos productos el vino, tan importante ya en nuestra zona. Al principio vinos en claro y del año, para pasar a partir de la década de 1780 a vinos criados por nuestro particularísimo Sistema de Soleras y con los tipos hoy conocidos.

Uno de los colectivos de comerciantes franceses con más presencia en Cádiz, fue la colonia mercantil procedente del sureste, el Bearn. "Negociants en gros et en detaill, boutiquiers, artisans, domestiques et autres sujets de roy etablis et residents presentement a Cádiz, sous la protection de sa majeste", se decía en un informe oficial fechado en Cádiz el 20 de enero de 1777. Esta zona francesa a lo largo de su historia osciló entre la independencia y la pertenencia a distintos reinos, entre ellos al de Aragón o al de Navarra, produciéndose la unión definitiva con el reino galo en 1620, desapareciendo como entidad autónoma durante la Revolución Francesa en aplicación de la Ley de 22 de diciembre de 1789. Ciudades como Orthez, Theze, Astis, Pau, Oloron.(2) Los mercaderes del Bearn, habían impulsado desde hacía años atrás la fabricación de varios tipos de paños, hechos con lanas procedentes del norte de España (Navarra, Vascongadas y Aragón) y con un activo comercio con la ciudad portuaria de Bayona (Golfo de Vizcaya), con La Rochela y con Poitou, en cuyas ferias adquirían telas de Laval y telas de Maine (como navales, humainas, olonas) que enlazaban a compradores españoles con los productores del oeste francés. Desde el s. XV, Bayona era ya punto de intermediación en la Ruta del Cantábrico que por los puertos españoles del Cantábrico llevaban la lana castellana desde Burgos a Amberes y Brujas. (3)

La colonia mercantil estaba organizada según lo que se denomina, Redes de Parentesco. Es decir según vínculos familiares o vecinales que ellos tenían previamente establecidos. Al llegar estos mercaderes a su destino eran colocados por regla general en casas de mercaderes que habían nacido en su mismo pueblo o ciudad permaneciendo trabajando con este patrón durante largas temporadas de tiempo, prolongándose la dependencia en algunos casos durante años.(4)

Además este grupo también debió participar por un lado en la distribución de los excedentes comarcales y por el otro en la comercialización de otros productos no textiles remitidos de su país de origen y que demandaban los residentes de otras zonas .(5)

Las cinco realidades descritas; el Tratado de Utrecht, la potenciación borbónica del comercio atlántico desde Cádiz, el privilegio del Tercio de Toneladas, el Decreto del Libre Comercio de 1778 y las Redes de Parentesco, forman a nuestro entender el contexto donde debemos ubicar la presencia de franceses en nuestra ciudad. Familias como Beigbeder, Lacoste, Pemartin y por supuesto la familia Dastis, bearneses de Jerez, oriundos respectivamente de las villas de Sauvelade, Viellesegure, Oloron y Théze.

Los Dastis de Jerez, provienen de Lorenzo Dastis y Perenge, nacido el 3-10-1761 en la villa de Théze (Bearn. Francia) el cual casó en Cádiz, Iglesia de San Antonio, el 22-9-1793 con Francisca Sologuren y Cristhophani, nacida en El Puerto de Santa María el 5-1-1767, cuyo padre, José Sologuren y Albinarrete, era de Orduña (actual Vizcaya).

Lorenzo ya aparece documentado en Jerez en 1794, con bodegas en el callejón que antaño unía el Arco de Santiago con la calle Cid, frente a las de Juan Lacoste y cerca de las de Pedro Beigbeder(6). El matrimonio engendró a cuatro hijos varones, todos nacidos en Cádiz; Pedro, Francisco, Gervasio y Lorenzo. Casados respectivamente con María Bourcq y Soles de ascendencia bearnesa, Dolores Isasi y Lacoste de ascendencia navarra bearnesa asentados en Jerez, María Soisaga del Ferros y María Ruiz de Loizaga. Toda la descendencia de estos nacieron ya en Jerez durante la década de 1830 y de 1840 (calles San Miguel, Lealas, Santa María, 4 y Arcos, 15).

Germán Dastis y Ruiz de Loizaga (1833 Jerez), Francisco Dastis y Sologuren junto con el navarro afincado en Jerez, José Paul y Parquin, formaron la sociedad Paul y Dastis, "carrying on business at n.º 19 of London Street", según figura en The London Gazette de 1856. En las listas de exportadores figuraron en 1852 en el número quince para pasar a los cuartos en 1853 y 1854 con una cantidad de arrobas exportadas de 7.560 y 6.268 respectivamente.

Por su parte, Pedro Dastis y Sologuren (1806 Cádiz), formó sociedad con su primo Pedro Soles y Dastis (1801 Pau. Bearn. Francia). Se denominó Dastis y Soles, la cual exportó en el periodo que va de 1823 a 1844, la cantidad de 15.393 botas.

Pedro Soles había contraído matrimonio con la española Luisa Martínez de Eguilaz y de la Piedra y vivieron en Jerez en la calle Mora. Su padre Juan Antonio Martínez de Eguilaz (1755 Logroño-1828), que casó en 1796 con Josefa de la Piedra, estaba matriculado como Cargador a Indias en el Consulado de Indias de Sanlúcar donde estaba avecindado y amasó una considerable fortuna en sus relaciones comerciales con América. Además terrateniente pionero en la introducción de la patata y la aclimatación del plátano y tabaco. Josefa, hija del Cargador a Indias sanluqueño Andrés de la Piedra, nació en 1775 y fue una botanófila famosa teniendo puesto su nombre, "lapiedra martinezzi", a una planta que florece a finales del mes de agosto, la flor de estrella.

Abuelo de nuestro paisano fue don Salvador Dastis y Pérez (1886-1957), Médico, Inspector Municipal de Sanidad, Cruz de la Orden Civil de Sanidad y Jefe de los Servicios Sanitarios Municipales de nuestra ciudad.

Cada vez que uno repasa una trayectoria similar a esta, no deja de pensar en los cánones del pensamiento ilustrado español y europeo. Aquel que configuró a Europa.

En nuestro don Alfonso Dastis queremos idealizar y representar estos valores. Los Dastis, decía, se fueron de la barriada, para volver ahora a nuestra memoria y reconocimiento.

Fuentes:

1.-"Les négociants francais de Cadix: un groupe de pression en voie de structuration (1659-1718)", por Sylvain Lloret. En E-Spania. Revue Interdisciplinaire Détudes Hispaniques Medievales et modernes. (literal)

2.- "Wikipedia. Voz Bearn". (literal)

3.-"El Comercio de Cartagena y Alicante tras la guerra de sucesión", por Vicente Montojo Montojo. En Espacio, Tiempo y Forma. Serie 4. Historia Moderna n.º 23. Año 2010. (literal)

4.-"Los sin papeles y otros. Inmigraciones francesas en Cataluña (siglos XVI-XVIII)", por Torres Sans. En Colección Mediterránea Económica. Caja Rural Intermediterránea. Barcelona, pág. 352. (literal)

5.-"Las redes comerciales en Aragón durante el Antiguo Régimen y su papel en el espacio económico europeo" por José Ignacio Gómez Zorraquino. En Actas del VIII Congreso de la Asociación Española de Historia Económica, págs. 1 a 16. (literal)

6.-"Urbanismo, órden e Ilustración: la Arquitectura bodeguera jerezana en el siglo XVIII."por María Dolores Barroso Vázquez. En Cuadernos de Ilustración y Romanticismo, n.º 3. Año 1992, págs. 151 a 166.

-Archivo Municipal de Jerez de la Frontera. Registro Civil. Libros de Nacimientos de 1840 a 1870.

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