Jerez

Europa se rinde a 'El Pipa'

  • El bailaor jerezano culmina con éxito la gira con la mezzo-soprano Magdalena Kozená que le ha llevado por nueve capitales europeas

Antonio El Pipa, antes de actuar con Magdalena Kozená en el Liceu de Barcelona.

Antonio El Pipa, antes de actuar con Magdalena Kozená en el Liceu de Barcelona.

Después de mes y medio girando por los grandes teatros europeos, Antonio El Pipa hace balance de su nueva experiencia profesional. El bailaor jerezano emprendió a mediados del pasado mes de septiembre un proyecto con junto con la mezzo-soprano Magdalena Kožená, 'Amor: entre el cielo y el infierno', una propuesta donde la música barroca española y flamenco comparte escenario, se juntan y se mezclan.

Budapest, Gante, París, Luxemburgo, Hamburgo, Lisboa, Praga, Madrid y Barcelona han sido las paradas de un montaje en el que Antonio El Pipa ha descubierto un nuevo horizonte artístico, demostrando por enésima vez que sus inquietudes no tienen techo.

El Pipa y Magdalena Kožená unieron por primera vez sus caminos en 2013. Entonces, la mezzo-soprano, como ocurrió hace unos años cuando la maestra Alicia Alonso recurrió a él para montar con el Ballet Nacional de Cuba 'Amor brujo', pensó en el artista jerezano para dar consistencia a su Carmen de Bizet que iba a estrenar en Salzburgo. "Desde el primer momento conectamos bien, por eso, una vez terminado el trabajo, quedamos en preparar algo juntos", asegura Antonio.

Fue el germen de 'Amor: entre el cielo y el infierno', que comenzó a fraguarse hace un año, esta vez buscando la unión del barroco español y el flamenco. Así ha nacido un espectáculo que, basándose en el respeto mutuo por parte de dos conceptos y mundos artísticos distintos, "ha llegado a un punto de conexión increíble", afirma el bailaor.

"Quizás esa ha sido la clave del éxito que hemos tenido, el respeto, porque además de la ilusión que siempre aparece cuando uno crea algo, en esta ocasión también ha habido feeling y se ha demostrado que el arte va por su propio camino, independientemente de la diferencia de mundos como el suyo, el de la ópera, y el mío, el del flamenco", añade.

A ello hay que sumar "la buena sintonía que ha habido entre los músicos. Yo le encargué la música a Juan José Alba y con Magdalena estaba su marido, nada menos que Simon Rattle, actualmente director de la Filarmónica de Berlín y próximamente de la de Londres".

Por eso mismo, ha sido una experiencia enriquecedora, ya no sólo para mí sino para gente como el propio Juan José Alba, Daniel Ramírez, los guitarristas, y para Estefanía y Sandra Zarzana y Toñi Nogaredo, que han formado parte de esta iniciativa.

"A veces he sentido su voz, con tanta furia y pasión, como parte de mi cuerpo, igual que ella ha sentido mis zapateados como parte de su voz", comenta el bailaor jerezano.

De este mes y medio de duro trabajo, El Pipa asegura que ha tenido grandes sensaciones, sensaciones "como hacía tiempo que no tenía", afirma. Encantado con su paso por todos y cada uno de los teatros y escenarios que conformaban esta gira, el artista del barrio de Santiago no oculta que por encima de todo ha habido dos momentos "superespeciales. Uno fue actuar en el Elbphilharmonie de Hamburgo. Es un teatro moderno de más de dos mil espectadores, que apenas tiene unos meses, pero está hecho en 360 grados y es una maravilla. Teníamos que actuar a las ocho de la tarde, y llegamos al teatro a las cuatro. Nada más entrar me di cuenta que algo iba a ser una gran noche, como así fue. Personalmente suelo tener esas sensaciones cuando se va a formar, y vaya si se formó. Fue como destapar el frasco de las emociones. Una experiencia increíble que no voy a olvidar y de la que estoy muy orgulloso".

El otro gran espacio que de alguna forma ha sido especial, "aunque está claro que actuar en el Rudolfinum de Praga o en la Ópera de Gante también tienen su cosa", ha sido el Teatro Real. "También tuve una sensación diferente, fue algo muy grande".

Cuando se le pregunta por el público y la manera de entender esa simbiosis entre barroco español, una mezzo-soprano, el flamenco y un bailaor gitano, Antonio resalta la figura de su compañera de viaje, Magdalena Kozená, a la que considera "muy valiente por haber querido unir dos mundos tan dispares", y de cuyos "amplios registros vocales" ha quedado prendido. El jerezano reconoce que este tipo de público "es muy educado y ha sabido captar las emociones que queríamos transmitir. Quizás eso era lo más difícil y se ha conseguido", asevera entusiasmado.

El bailaor asegura sentirse "un privilegiado" por haber participado en este proyecto "y como me ocurrió cuando fui a Cuba con el Ballet Nacional de ese país, cuando tengo que asumir un reto lo hago a muerte. Por eso estoy tan contento, personalmente ha sido una gran satisfacción en todos los sentidos".

Ahora y tras el éxito exhibido en todas y cada una de las ciudades por las que ha girado este 'Amor: entre el cielo y el infierno', tanto Antonio El Pipa como Magdalena Kozená ya vislumbran una próxima gira. La productora, una empresa londinense, está cerca de cerrar una nueva etapa aunque esta vez con una duración mayor, o sea más de un mes y medio que ha durado ésta, y con muchas más paradas en el camino. Incluso se habla de dar el salto hasta otros continentes.

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