"Por justicia, por corresponsabilidad. Son nuestro futuro". Así quiso movilizar ayer Juan Molina, secretario de la Asociación de Familias Solidarias para el Desarrollo (Afasode), a los jerezanos para ser 'solución' a un "problema invisible": los niños que viven en centros tutelados a la espera de familias de acogida y adopción.

En la provincia -no hay datos por localidad- hay más de 350 menores en centros esperando una acogida. "Aunque se les atienden muy bien desde la Administración, lo que necesitan es el plus de calor, una referencia, el vínculo de apoyo sano. Necesitan sentirse protegidos. Ellos lo piden y preguntan '¿cuándo una familia para mí?'. Es una necesidad vital y una pregunta terrible", declaró Molina. Desde el colectivo hicieron hincapié en unir esfuerzos para sumar nuevas familias que estén dispuestas a darles esa atención especial "que necesitan cuando se les separa de su familia de origen o tutores por distintos motivos, o cuando llegan a los centros tutelados por la Junta de Andalucía por otras circunstancias".

En la provincia hay 350 niños en centros tutelados a la espera de una familia de acogida

"Estos niños viven una experiencia muy dura y en estos momentos no hay nuevas familias de acogida", subrayó el secretario de Afasode. Actualmente hay 149 familias en la asociación que acogen a menores "y hay quien tiene hasta 3 niños acogidos. La necesidad está ahí, es un problema invisible, estos niños viven en la invisibilidad".

Molina puso el acento en los niños mayores de 10 años, "los centros están llenos de estos menores". "Nadie dirige la mirada hacia ellos porque ya son 'adultos' cuando aún son muy pequeñitos. También es delicada la situación de los niños con necesidades especiales... Son los grandes olvidados", incidió Molina.

Afasode ha lanzado la campaña 'Ningún niño, ninguna niña sin familia. Doy un paso adelante', con la que quieren sensibilizar a la población y reducir el número de menores que están solos en los centros. "El acogimiento es una medida temporal, es diferente a la adopción. Es una experiencia maravillosa y nuestros niños comprenden que hay muchas realidades y crecen más solidarios. Las familias de acogida somos puente para que esos niños que legalmente no pueden ser adoptados no se pierdan", explicó Molina. "Los niños tienen que volver a ser niños, algo que olvidan en los centros tutelados. En una familia de acogida recuperan el sentido de ser niño mientras sus padres u otros tutores se 'recuperan' o son finalmente adoptados", añadió el secretario del colectivo.

Molina estuvo ayer acompañado por Carmen Figueroa -tiene un menor acogido- y César Muñoz, padre de tres niños adoptados y que hace pocos días entregó a una niña de 25 meses que ha estado viviendo con él y sus hijos durante 10 meses. "Es una experiencia gratificante. Recuerdo a un niño que estaba en un centro y me dijo que por las noches tenía miedo pero no lloraba porque no sabía a quién llamar", relató Muñoz. En su caso, ha estado con una bebé que fue retirada de su madre por maltrato y desde hace unos días vive ya con unos padres adoptivos fuera de la provincia. César permitió que esa niña de 15 meses viviera el proceso de adopción en un hogar y no en un centro.

La Asociación Familias Solidarias no sólo promueve el acogimiento familiar, la adopción y el recurso de familias colaboradoras, o cualquier modalidad en coordinación con la administración y otras entidades sociales, sino que ofrece un espacio de información, formación y apoyo para las familias de acogida y colaboradoras, con objeto de mejorar los procesos y mediar en las dificultades que surjan.

Por otra parte, trata de introducir mejoras en la normativa sobre acogimiento y adopción a nivel estatal y andaluz, así como impulsar la coordinación entre los sectores que intervienen: personal técnico de la administración, entidades colaboradoras (ICIF) y asociaciones de familias.

Junto a la campaña de sensibilización, que se llevará a cabo a través de distintas sesiones informativas en centros educativos y universidades, ayer también se presentó el proyecto de emancipación y autonomía personal de jóvenes 'Emprendiendo el vuelo'.

"Cuando cumplen 18 años los jóvenes, además de contar con las dificultades que afectan a la juventud en general para adquirir cierta autonomía, se encuentran sin vivienda, sin recursos económicos, con un nulo o deficiente apoyo familiar y social que favorezca el proceso de la emancipación y garantice su integración social y laboral", explicó Molina.

Según Afasode en Jerez hay actualmente 18 menores con 18 años viviendo en el albergue municipal. "Vamos a poner en marcha un piso de acogida y darles a estos chicos una oportunidad de vivir. Necesitamos una vivienda social, de la que pagaríamos por supuesto el alquiler, pero para ello estamos a la espera de una reunión con la delegada Carmen Collado", informó Molina.

"No necesitamos familias especiales. Sólo hay que tener claro que quieres ayudar a un niño, no ser su padre o su madre", añadió Molina. La próxima actividad se celebrará el 21 de mayo en el colegio Hijas de San José a las 19 horas y consiste en una charla informativa sobre acogimiento y adopción.