"Mi situación es extrema. No tengo estudios, ni experiencia ni trabajo. Quiero cambiar, quiero estudiar y formarme". Estas palabras son de Natalia Pérez, una joven de 24 años que forma parte del programa de Cruz Roja 'Itinerarios horizontales con jóvenes en la empresa'. Este título tan largo engloba un extenso programa teórico y práctico, que tiene como objetivo facilitar el acceso al empleo de personas en situación de vulnerabilidad, sobre todo, a los jóvenes.

La responsable del programa, Nuria Varela, declara que "nos creemos que todos los jóvenes saben manejar un ordenador y las nuevas tecnologías y no es cierto. Algunos sólo saben abrir Facebook y otras redes sociales, nada más. La inmensa mayoría no sabe redactar un currículo ni manejar programas como el Word o el Power Point". Ante esta deficiencia, Cruz Roja está desarrollando por primera vez en Jerez este programa social, dirigido a jóvenes entre 18 y 30 años con falta de experiencia laboral y baja cualificación profesional. "Algunos también tienen dificultades sociales añadidas que requieren de un acompañamiento y tutorización personal permanente en su proceso de búsqueda de empleo", explica Varela.

"Dejé los estudios a los 16 años. Tuve un accidente de moto y tras nueve meses de rehabilitación dejé de estudiar", recuerda Natalia, madre de una niña de 4 años. "Ahora quiero formarme. Vivo con mi pareja, que también está en paro, y es muy difícil sobrevivir. La asistenta me ayuda a pagar el agua, pero con eso no comes. Tengo que ir a casa de mi suegra a almorzar, mi padre me compra la bombona..., en fin, la familia es la que nos ayuda a tirar adelante", declara la joven, quien además tiene muy claro que "a mi niña le voy a inculcar la importancia de los estudios, no lo dudes. Sin estudios no vas a ningún lado".

Esteban Asensio es otro de los 15 alumnos del programa. A sus 24 años, el jerezano ha trabajado en la hostelería, en trabajos de mantenimiento y repartiendo publicidad. Pero ahora, como muchos jóvenes, forma parte de la lista de desempleados. "Estoy parado y me gustaría aprender, no tengo ni Secundaria", apunta Esteban. Dejó los estudios por asuntos familiares y pasados los años se ha dado cuenta de "la importancia que tiene la formación. Ahora, viendo cómo lo estoy pasando, creo que tener estudios es lo que me ayudaría a salir".

Natalia y Esteban son sólo dos testimonios de un grupo necesitado de motivación, aprendizaje y orientación. Desde Cruz Roja persiguen así que la población juvenil pueda ser reorientada y comenzar su trayectoria profesional hacia las ocupaciones más demandadas dentro del mercado de trabajo existente en la zona. Varela explica que el programa encierra talleres de competencias expositivas para el empleo, manipulador de alimentos, informática básica de cara al empleo, prevención de riesgo laborales e inglés básico. Además, incluye orientaciones, una semana teórica de capacitación profesional de auxiliar de tienda, y después prácticas de tres semanas en empresas de Jerez.

Los objetivos específicos del proyecto se centran en mejorar la empleabilidad y las oportunidades laborales de los jóvenes con baja o nula cualificación, facilitando la adquisición de herramientas de búsqueda activa de empleo; potenciar las competencias profesionales y personales de los alumnos; favorecer la integración en los espacios laborales, vinculando cada actuación con la empresa; y facilitar, a través de la intermediación laboral, la conexión entre el mercado de trabajo y los participantes del proyecto.

"Esta ciudad necesita programas de formación y empleo para jóvenes, y cuando le presentamos estos programas a las empresas están encantados. Cabe decir además que Cruz Roja no sólo colabora con ellas en materia de empleo, sino que también hay buena sintonía en otros ámbitos de la institución", declara la responsable del proyecto.