Jerez

Trasnochar para poder dormir

  • La Asociación de Vecinos del Centro Histórico de Jerez saca de nuevo a la calle patrullas nocturnas para reivindicar el derecho al descanso de los afectados por el botellón

La Asociación de Vecinos del Centro Histórico de Jerez se echó a la calle una noche más la pasada madrugada del viernes día 26 de agosto. La comunidad vecinal, que nació en 1998, llevaba inactiva desde 2008 hasta que cuatro años más tarde, Alejandro González, presidente actual de la asociación, tomó las riendas del problema.

"Me vine a vivir a Jerez y no conocía a nadie. Había un problema, el mismo que ahora, y nadie reaccionaba. Así que decidí hacer octavillas para meterlas por debajo de las puertas convocando una reunión en la plaza del Mercado. Para mi sorpresa, me encontré con al menos 60 personas afectadas como yo", declara González. Afectados por la práctica juvenil del botellón en el año 2012, decidieron organizarse y llevar a cabo una serie de patrullas nocturnas por los alrededores del corazón de la ciudad. 

 

Botellas de cristal en las escaleras de los edificios, vasos y bolsas de plástico tirados por el suelo, orines en las fachadas de las casas, papeleras destrozadas y actos sexuales en los callejones son una gran parte de los desagrados que los vecinos observan durante el recorrido de las patrullas que realizan entre los muros de la ciudad. El recorrido comienza en la plaza del Arroyo y continúa por la Catedral, la plaza San Lucas, la plaza del Mercado y sus callejones hasta volver al punto de partida. "Ahora no tiene nada que ver con lo que era antes, pero aún así, es insoportable. Basura, vómitos, gritos, los adoquines levantados de como van los conductores después de las tres copas de más. Tengo que dormir en el patio porque en mi habitación es imposible", explica una vecina de la calle Salvador. Los vecinos aseguran que llevan más de cuatro años luchando en favor de algo tan básico como es el derecho al descanso. No obstante, la asociación ha propuesto ya una modificación del Plan General de Ordenación Urbanística en la que se declare el centro histórico como una zona libre de salas de fiestas o discotecas.

 

"Aquí hay un centro de ocio nocturno, y como es normal, la juventud acude. Pero estos locales deberían estar donde no molesten a nadie, y mucho menos en todo el centro", cuenta una vecina. La unión hace la fuerza, asegura González, y es uno de los motivos por los que se ponen en marcha este tipo de inspecciones con una finalidad muy concreta: hacer un reclamo público que contemple la realidad y crear un eco mediático que implique la reacción del gobierno municipal. "Lo único que podemos hacer es llamar la atención, porque está visto y comprobado que es la única manera para que los políticos de Jerez respondan". González tiene claro que el centro histórico de la ciudad necesita urgentemente una repoblación que garantice su revitalización y rehabilitación, dos de los objetivos generales de la asociación. "Hablar de repoblación es una utopía mientras la gente que ya vive aquí no pueda descansar. Nadie en su sano juicio, sabiendo lo que ocurre, se vendría a vivir a esta zona". 

 

Responsabilizan al gobierno municipal y a sus representantes del gran problema por el que sus noches están compuestas por menos de tres horas de sueño. "La Policía no es responsable de la situación porque simplemente obedecen las órdenes del Ayuntamiento. Ni los adolescentes, porque no tienen culpa de que su ciudad no les ofrezca una alternativa de ocio diferente. Apoyos no tenemos ninguno, ni en esto ni en ningún otro tipo de problema", explica González.

 

Pero esto no queda aquí. La madrugada del viernes fue una noche diferente. Para sorpresa de todos, dos coches de la Policía Local controlaban la plaza del Mercado, mientras que dos agentes recorrían las calles más transitadas por los jóvenes. "Este es el motivo por el que nunca anunciamos las patrullas. Es muy fácil mandar a dos policías cuando sabes que vamos a salir a quejarnos. Hoy, cuatro. Pero  a lo largo del año sólo tienen dos para toda la ciudad. De vergüenza", cuenta el presidente. "No queremos a la policía a nuestra disposición, lo único que exigimos es que se aplique la ley". No obstante, dos agentes de la Policía Local aseguran que trabajan bajo mínimos y que hacen lo que pueden. Se definen como servidores públicos que se limitan exclusivamente a acatar órdenes. "Nuestra finalidad no es multar a los jóvenes, sino prevenir y disolver los grupos dispersos que nos encontramos consumiendo bebidas alcohólicas en las calles", explican a este medio la pasada madrugada del viernes 26 de agosto. 

 

Una vecina de la calle Santa Isabel, situada junto a la plaza Vargas, exige una mayor limpieza de la vía debido al mal olor que se origina tras el cierre de uno de los locales de la plaza. "Es una plaza frecuentada por muchísima gente. Y eso es horroroso. La gente sale fuera del local y habla pegando voces; orinan en las esquinas. Pero lo peor de todo es que la limpian una vez a la semana, cuando hay zonas de la ciudad en las que no pasa ni un alma y están cada dos por tres baldeándolas". Pero esto no se queda aquí.

 

El objetivo de las patrullas nocturnas es particular pero también responde a una estrategia global de revitalización y, sobre todo, rehabilitación de intramuros. Casas abandonadas, escombros que dificultan el paso de los peatones, edificios que se mantienen en pie gracias a las vigas que los sujetan, fuentes destrozadas.

 

"Protestamos no sólo por el botellón de los jueves y sus consecuencias. También tenemos un objetivo general como es luchar contra el abandono del centro", explica una vecina. La plaza de Belén y la plaza del Mercado son zonas, entre otras, que muestran los detalles suficientes para confirmar su falta de mantenimiento. "¿Esto es lo que queremos para los turistas? El corazón de la ciudad está destrozado, y encima, los fines de semana terminan de destrozarlo todavía más. Es una pena".

 

En voz de todos los vecinos afectados, la Asociación de Vecinos del Centro Histórico de Jerez seguirá protestando contra la falta de compromiso y pasividad del gobierno municipal de la ciudad hasta que las necesidades de los residentes no estén totalmente cubiertas y garantizadas.

 

La próxima salida nocturna por los entresijos de la ciudad estará protagonizada por la recogida de botellas, vasos y deshechos en bolsas para posteriormente, vaciarlas frente a la puerta del Ayuntamiento, en las mismas condiciones en las que serán recogidas. Un grupo de vecinos se anima a invitar a todo aquel que desee pasar una noche entre gritos, arcadas y frenazos. Para que así la empatía sea  real.

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