CCOO y UGT pidieron un último esfuerzo a los delegados sindicales, ya exhaustos, en su arenga al término de la manifestación para forzar el cierre de Hipercor. De las varias miles de personas que acompañaron a la manifestación hasta la Alameda Vieja, sólo medio centenar respondió a la llamada de los responsables sindicales, aunque lograron el cierre durante el tiempo que aguantaron a sus puertas, en torno a las tres de la tarde, como gesto hacia los pequeños comercios, los grandes afectados en este tipo de convocatorias. Los secretarios locales de CCOO y UGT, José Manuel Trillo y Pedro Alemán, reconocieron desde el atril de la Alameda Vieja que las grandes superficies comerciales siguen siendo el talón de Aquiles, la “espinita clavada” en las huelgas generales. Ayer se repitió en Mercadona y Carrefour, cadenas de las que lograron cerrar algunos establecimientos por tiempo limitado. Los sindicatos no desesperan y tras el primer esfuerzo recompensado a su juicio, Trillo anunció ayer “guerra hasta la muerte” y más aún “en la ciudad del paro, la miseria y la desolación”. En este sentido, Alemán significó que “será una lucha dura y larga” pues “nos quedan muchos recortes”.