Todos sabemos que viajar en el tiempo es prácticamente imposible, aunque veces se nos vengan a la cabeza millones de recuerdos que nos sitúan en el mismo momento de la acción. Experiencias, viajes y costumbres que en sueños nos parecen reales. Pero ahora en Jerez es posible.

Trasladarnos al siglo XII y remontarnos años atrás en el legado de la ciudad no es una idea descabellada si lo proponen los chicos de 'De Ida y Vuelta'. 'De Ida y Vuelta' es una empresa gaditana con más de 14 años de experiencia a su espalda en el sector de la gestión cultural y difusión del patrimonio de la provincia usando como herramientas el teatro y la animación. La empresa portorrealeña, formada por un grupo de historiadores y gestores culturales, pone en marcha durante las noches estivales un ciclo de Visitas Teatralizadas al Alcázar. Una nueva iniciativa que, impulsada por la delegación de Urbanismo, Dinamización Cultural, Patrimonio y Seguridad, es una forma diferente, atractiva y motivadora de acercarse a la historia jerezana y que al mismo tiempo, pone en valor lugares tan emblemáticos como es el conjunto monumental de El Alcázar y cada uno de los rincones y muros que lo conforman.

Se ama lo que se conoce y eso es lo que tenemos que hacer, difundir la cultura"Ana del CorralHistoriadora y gestora culturalEl Alcázar es uno de los atractivos turísticos más visitados de la ciudad

El Alcázar es uno de los atractivos turísticos más visitados de la ciudad junto a los deseos del turista por oler los aromas y probar los vinos de la tierra en cada una de las bodegas que rodean la campiña jerezana. Con más de 900 años de historia y siendo hoy en día un referente cultural de primer nivel de la provincia, es declarado en 1931 Monumento Histórico Artístico Nacional. El término Alcázar proviene del árabe Al-qasar para definir un recinto amurallado que tiene diferentes edificaciones y que eran la sede del poder político y militar de la época, una fortaleza que tenía un funcionamiento autónomo. Una pequeña ciudad, edificada en un espacio elevado, donde residía el poder y donde desde las alturas, se podía controlar todo el territorio.

Cabe destacar que la edificación de El Alcázar data del siglo XII y constituye uno de los escasos ejemplos de arquitectura almohade que existen en la Península. El patrimonio rico y singular de Jerez permite que sea explotado de una forma diferente y llamativa para el turista y para el propio ciudadano. Además de poder disfrutar de las mejores catas y de las melodías de numerosos artistas entre sus muros medievales, El Alcázar abre sus puertas nuevamente para hacer viajar en el tiempo. El pasado jueves 11 de julio a las 21.00 salieron de sus aposentos los diferentes personajes que le dan vida al conjunto almohade durante las noches de julio, agosto y septiembre. "Vemos esto como una nueva forma de explotar el patrimonio que tiene la ciudad. Sabemos de su historia y de la importancia que tiene El Alcázar y hay que ponerlo en valor", apunta Ana del Corral, historiadora y gestora cultural de 'De Ida y Vuelta'.

Observar la historia a través de una pequeña mirilla sin alterarla, sin intervenir en ella, transportando al espectador al marco real es uno de los objetivos principales que mueven los proyectos culturales de 'De Ida y Vuelta'. "Queremos que la gente tenga la oportunidad, a través de lo que es la propia recreación histórica, de hacerse una idea de cómo era la vida en El Alcázar en sus diferentes etapas".

Con nuevas expectativas, proyectos futuros e ilusión por volver al Alcázar después de 10 años, la empresa diseña en su conjunto el tipo de visita que se va a llevar a cabo durante las 20 noches de verano en las que estarán trabajando por y para la cultura e historia jerezana. Vestuario, caracterización, maquillaje, diálogos. Cientos de elementos que han sido recreados con el más mínimo detalle. Una historia sin atrezos donde los propios muros y edificaciones de El Alcázar son el propio decorado. "Ha sido muy difícil resumir en una hora y media la historia de Jerez porque han ocurrido muchos hechos y tiene momentos de todas las épocas. Nos hemos centrado en seleccionar lo más representativo y atractivo y sobre todo, lo que visualmente y a nivel de espectáculo podía resultar más atrayente pero todo con muchísimo rigor histórico. Investigando y documentándonos".

Estas visitas culturales, vigentes hasta el 14 de septiembre y divididas en dos sesiones -21.00 y 22.30-, presentan un amplio recorrido por las diferentes etapas y momentos vividos en la fortaleza jerezana. Recibidos en el Patio de Armas por el poeta árabe Abul-Abbas Ahmad Al-Xeriri, interpretado por Víctor Pereira, los espectadores se situarán en la época almohade que transcurre en el siglo XII con Aben Obeit, papel defendido por Joaquín Varela, su gobernador musulmán. Un paseo por los olivos que rodean los jardines de El Alcázar, recrea el hedonismo del mundo árabe. Las fuentes, los surtidores, el aroma de las flores y la concepción que tenían por el disfrute de los sentidos y de la vida lleva al visitante a la zona de los baños, considerados uno de los mejores conservados de la época almohade en España. La visita continúa pero la historia da un giro de 360 grados. Al paso de los espectadores aparece un caballero castellano, interpretado por Monchi Cruz y encargado de narrar la gran leyenda de Fortún de Torres, que mutilado de piernas y brazos mantuvo alzado el pendón real de Alfonso X con ayuda de sus dientes hasta el día de su muerte.

El encuentro continúa con la aparición de la reina Doña Blanca, Ana del Corral, mientras recita una cantiga de amigo. Una reina castellana que, prisionera en El Alcázar por orden de su marido Pedro I de Castilla apodado 'El Cruel', se encuentra enterrada bajo los pilares del convento de San Francisco.

Cae la noche y la posesión de El Alcázar se traslada apareciendo entre los muros Don Rodrigo Ponce de León, conocido como el Marqués de Cádiz y encargado de dar forma a la fortaleza jerezana con el objetivo de convertirla en su propia vivienda para su gozo y disfrute. Los espectadores dan un salto en el tiempo y se trasladan al siglo XVIII delante del Palacio de Villavicencio, de estilo barroco, recibidos por el Marqués Lorenzo Fernández de Villavicencio. Un paseo por los rincones del castillo acompañados por el Marqués, lleva a los espectadores al Molino de Aceite donde son recibidos por Paula del Corral bajo el papel de molinera. La visita se da por finalizada entre aplausos con un baile tradicional realizado por la bailarina María Fernández. "De momento está teniendo muy buena acogida. Son cosas que gustan y eso nos ha permitido dentro de esta gran crisis cultural poder sobrevivir y seguir trabajando. La gente no para de llamar y las primeras funciones ya están completas. Tenemos mucha ilusión y sobre todo, muchas ganas de que esto salga bien", subraya la historiadora.

El interés de la ciudadanía por conocer su propia historia y hacer de El Alcázar un espacio cultural, no solo lugar destinado exclusivamente a la celebración de catas y conciertos, ha propiciado esta nueva forma de acudir al recinto amurallado. Una actividad familiar, cultural, turística y a la vez, un reclamo para que todo curioso que esté veraneando por la Bahía venga a Jerez para conocer su grandeza. "Nos gustaría empezar a hacer más cosas, tanto con el sector privado como con el Ayuntamiento. En la manera y en la medida en que podamos colaborar, aquí estamos dispuestos para poner en marcha proyectos que tengan que ver con la historia y con el patrimonio jerezano", concluye Ana del Corral.