La plataforma pro iglesia de San Mateo, según ha explicado su portavoz, Santiago Zurita, va a ser reactivada después de Navidades para arreglar la capilla del Sagrario "que está totalmente en ruinas". Para acometer esta importante obra cuentan ya con el proyecto que ha realizado la delegación municipal de Urbanismo, que va a llevar también la dirección técnica. "Ahora lo que nos queda pendiente -explica Zurita- es la cuestión económica".

El portavoz de la plataforma dice asimismo que "aunque sabemos que estamos en una importante crisis, vamos a acudir a fundaciones, bancos... y pondremos una lápida con el nombre de todos. Recurriremos a todo el mundo".

Zurita recuerda que "con esta actuación no sólo contribuimos a salvar un patrimonio que es de todos, sino que vamos a dar trabajo a una serie de personas para la obra durante todo un año o más, el tiempo que dure".

El presupuesto estimado es de 300.000 euros, y Santiago Zurita dice que "queremos empezar la obra en cuanto tengamos una señal económica, porque ya tenemos ofrecimientos desde diversas empresas".

Otro de los proyectos que tienen junto a esta intervención es el del columbario para guardar las cenizas de aquellos que lo deseen. "Ese columbario -explica el portavoz de la plataforma- también se va a hacer allí, dirigido por el Ayuntamiento, y ya tenemos muchas solicitides de feligreses que quieren descansar en este lugar".

Por otra parte, la iglesia de San Mateo lleva ya cuatro años ofreciendo visitas explicadas para escolares en concierto con la delegación municipal de Educación.

Las explicaciones corren a cargo de algún hermano del Desconsuelo, la cofradía que tiene su sede en esta iglesia. Todos los lunes se hacen dos visitas colectivas concertadas, en las que también se les enseña el Museo de la Hermandad y se les da a los niños un recuerdo.

La plataforma pro iglesia de San Mateo se creó cuando este templo tuvo que ser cerrado, hace doce años, porel estado en que se encontraba, y no volvió a ser abierto al culto hasta seis años más tarde.

Durante ese tiempo se consolidó las dos grandes bóvedas de la iglesia, la techumbre, se arreglaron las grietas tanto de las bóvedas como de las columnas y se picó y sacó la piedra de la nave principal, la sacristía, el pórtico y una de las capillas.

Asimismo se hizo la Sacristía, la parte exterior por donde se accede al templo que fue resaneada, y se eliminó la conocida como "casa del cura" y la sala de Hermandad, puesto que el Desconsuelo ya contaba con una nueva casa en las inmediaciones de la iglesia.

Por hacer quedó no sólo la capilla del Sagrario, sino también el enlosado de la azotea de las bóvedas, que sólo se pudo pintar con una pintura plástica que dura unos cuatro o cinco años y, según Santiago Zurita, "ahora habrá que pintar otra vez porque ya está resintiéndose y no hay dinero para enlosar".

Otras dos capillas que quedan pendientes son las de Riquelme y la de San Ramón Nonato, a las que además hay que sacarle también la piedra, como a la capilla del Señor de las Penas y la capilla del Bautismo.

También se encuentra en mal estado la espadaña del campanario y tienen que retirar toda la maleza del exterior "que con la iluminación nueva que han puesto se ve muy fea". En definitiva, todo un cúmulo de razones para poner en marcha de nuevo la plataforma.