Salvo hecatombe, Emuvijesa, la empresa municipal de vivienda, podrá salvar el ejercicio. Las previsiones del ejecutivo pasan porque el presupuesto municipal esté aprobado de manera definitiva antes de que finalice el año y en él se contempla una transferencia de 2.096.000 euros para la mercantil pública. La sociedad necesita que este traspaso, aunque no se haga efectivo, esté formalizada en este 2016 para poder reflejarlo en sus cuentas y, de este modo, cerrar el año en positivo, esquivando la disolución automática -la ley impide que un organismo público pueda cerrar dos años consecutivos con pérdidas-.

Sin embargo, la transferencia es una solución coyuntural a un problema estructural que la empresa lleva arrastrando desde hace años, concretamente desde que estalló la burbuja inmobiliaria. A día de hoy, los ingresos de la empresa municipal se basan fundamentalmente en las rentas que abonan los inquilinos de viviendas sociales -con unos porcentajes de impago que, aunque el ejecutivo asegura que se reducen, provocan importantes desajustes contables- y a las subvenciones que recibe de distintas administraciones (incluida la transferencia del Ayuntamiento) para el mantenimiento de un parque público de más de 1.800 viviendas. Por contra, a sus gastos de funcionamiento de la sociedad propios -al menos ha logrado rebajar ostensiblemente los gastos de plantilla- se unen los préstamos tanto por las promociones construidas como por los suelos adquiridos que no puede poner en carga por la actual crisis del sector.

La facturación de la mercantil municipal ha decrecido notablemente en los últimos años por la falta de nuevas promociones. Así, si en 2012, con la entrega de la última promoción de Cerrofruto, Emuvijesa logró alcanzar los 11,1 millones de facturación (aunque eso no pudo llevar a negro su balance aunque cerró con unas pérdidas de solo 125.000 euros), en los siguientes ejercicios apenas ha rondado los 3,7 millones. De estos, 3,6 millones proceden de los arrendamientos de inmuebles, tal y como reflejan las cuentas depositadas en el Registro Mercantil. Solo en 2014, logró cerrar en negro (169.000 euros) pero el año pasado volvió al negativo (más de dos millones).

La propia empresa hace alusión en sus ultimas cuentas aprobadas a sus problemas. Al respecto, dice: "La situación actual del mercado inmobiliario y financiero, así como el retraso en la entrada en vigor del nuevo plan de vivienda, estatal y autonómico, la fuerte carga financiera de la empresa, el retraso en el cobro de subvenciones por parte de las administraciones y el incremento en el índice de morosidad de nuestros inquilinos, pueden poner en peligro la continuidad del modelo de autofinanciación, sin apoyo del grupo municipal, aplicado desde la constitución de la empresa".

El apoyo del grupo municipal al que se refiere se circunscribe a las transferencias que se ve obligado el Ayuntamiento a realizar a la empresa municipal para que pueda atender sus servicios como las ayudas al alquiler para familias sin recursos o los gastos de funcionamiento interno. Ya en 2015 se entregaron 813.000 euros en anticipos no presupuestarios que se destinaron al pago de nóminas y vencimientos de préstamos. También hubo una transferencia por importe de 155.000 euros para gastos corrientes. Mientras, en el presupuesto de este año la cuantía a traspasar al balance de la mercantil pública será de 2.096.000 para la promoción y gestión de viviendas.

El gobierno se escuda desde hace meses en que hay un giro en la gestión con la puesta en marcha de un plan de viabilidad que se está aplicando desde el mes de marzo. Sin embargo, la firma ha rozado la disolución por las dificultades del ejecutivo ante las dificultades de sacar adelante el presupuesto. Es más, la empresa podrá cerrar en números negros, aunque aún no se ha concluido el ejercicio ni se han formulado las cuentas, gracias única y exclusivamente a la millonaria transferencia realizada por el Ayuntamiento.

Ahora bien, a pesar de la crisis del sector, Emuvijesa no descarta volver a su actividad más lucrativa, la promoción de viviendas. La vicepresidenta de la sociedad y edil de Vivienda, Carmen Collado, apuntó la semana pasada en un acto sobre el Día Mundial de Discapacidad que, una vez "salvada" la mercantil pública, ya se está barajando la posibilidad de que a mediados de mandato pueda empezar a trabajar en nuevas promociones. "Ya nos vamos a poder plantear a mitad de legislatura la posibilidad de iniciar alguna construcción de vivienda social porque Jerez tiene un problema serio de vivienda para quienes no tienen facilidades económicas", dijo. A pesar de ello, la empresa municipal continúa con pisos en 'stock', además de aquellas que tiene en alquiler sin que los inquilinos hayan ejercitado su opción de compra.