-¿Qué significa para usted ser el autor del cartel de la Semana Santa de Jerez 2018?

-Como pintor, hacer un encargo de este tipo es un gran honor. Y más si está dedicado a la Semana Santa, con lo que esto representa para la ciudad. Hay mucha ilusión puesta en el mundo de las cofradías. También es cierto que era una responsabilidad porque yo no estoy metido en este mundo, no pertenezco a ninguna hermandad, pero era un bonito reto.

-¿Se lo esperaba?

-Hace años, alguien, ahora no recuerdo quién fue, me lo propuso en una exposición que se hacen todos los veranos en Sanlúcar. Después recuerdo que al año siguiente me lo planteó la misma persona. Le dije las dos ocasiones que sería un honor. Pero aquello se diluyó y nunca me llamaron.

-Debo de preguntarle por toda esta polémica que se levantó con el adelanto súbito de su obra.

-Pues fue quizá un error mío por confiar en alguien que luego me demostró que no merecía tal confianza. Nosotros nos pasamos nuestros trabajos y generalmente nos respetamos cuando algo está todavía sin verse y en secreto. Pero me falló. En cualquier caso, pido disculpas al consejo porque esta persona fue la que provocó todo esto. Pero el origen está en mí por haber confiado en ella.

-Hay un debate en los mentideros cofrades sobre si debe de ser pintura o fotografía ¿Usted qué piensa?

-La fotografía a mí me gusta mucho. Si está bien hecha y cumple con su función. Pero desde el siglo XIX la cartelería siempre se hizo en pintura o de forma gráfica. Yo te puedo decir que mi pintura es figurativa y quizá en pequeño podría parecer una fotografía este cartel. Pero no es así. Tiene un tratamiento plástico que es notorio. En la pintura se sintetiza, se quitan elementos que estorban si te inspiras en una imagen. Para nosotros los pintores figurativos es un apoyo importante la fotografía. Sin embargo, la finalidad de una pintura no es hacer una réplica de una fotografía sino hacer de la pintura algo real y creíble. Que tenga alma y que sea diferente.

-¿Antes de esta obra había pintado algún otro motivo cofrade?

-Sí. Hice en una ocasión el rosario de la aurora de la Virgen de las Angustias. Lo hice por los contraluces que vi aquella mañana y que me inspiraron para hacer un cuadro. Me recordó a los pintores costumbristas andaluces del XIX.

-¿Hay mucha inspiración en las cofradías?

-Sin duda. En el ámbito de la imaginería es un pozo de inspiración. Conozco mucho al imaginero Antonio López Ramírez y sus obras son magníficas. No he pintado mucho sobre este tema pero sin duda inspira por las luces y las estampas. Entre las muchas joyas que hay en Jerez, por ejemplo, el Santo Crucifijo de la Salud es portentoso. Posiblemente me quedaría con esta magnífica obra de Arce.

-¿Qué mensaje ha querido usted ofrecer a la ciudad de Jerez con esta obra?

-Quería reflejar la luz. Aunque parte de la Semana Santa es de noche yo me quedo con la luz del día. He querido buscar los contraluces en este caso de la hermandad de los Judíos de San Mateo. Algo representativo de esta idea que debe de ser con una luz especial y en un enclave tan jerezano como es este, con la iglesia de Santiago al fondo.

-¿Es caro Fermín García Villaescusa?

-Aquí en Jerez no se puede estar a unos precios alto. Mis obras pueden estar a mano de cualquier persona.

-¿Cómo es el nivel de los pintores en Jerez?

-Bastante alto. Hay poco trabajo en Jerez. Los clientes vienen de fuera de la ciudad. Pero Jerez es una de las ciudades con más nivel y más artistas de toda la geografía española.