Sobre un terreno de juego impracticable en donde mantener la verticalidad era ya un trabajo arduo, el equipo de Jero Osorio mostró una de sus mejores versiones de la temporada, serio en defensa, expeditivo cuando hizo falta y con mordiente en ataque, gozando de claras ocasiones para haber sentenciado el partido mucho antes de que la cosa se pusiera peligrosa a falta de diez minutos -que fueron 17 sumando el descuento- cuando el meta jerezano Perico fue expulsado al tocar el balón con la mano fuera del área.

Hasta ese crítico momento que el Industrial supo capear, el cuadro de Jero Osorio fue muy superior al Algaida que, no hay que olvidar, afrontaba el choque después de encajar ocho goles en Almonte.

Salvo en unos primeros minutos en los que los locales salieron más enchufados, el Industrial puso el juego y sobre todo las ocasiones en el albero sanluqueño. De todas formas, hubo algún que otro sustillo por la banda izquierda de Cambembo, que fue capaz de sacarle una tarjeta amarilla a Isaac. La lesión del extremo le vino de perilla al Industrial, que a partir de entonces creció en el juego.

Tras un par de llegadas visitantes, Paco tuvo la primera gran ocasión en un remate de cabeza que se marchó al lateral de la red después de un servicio medido de César desde la banda izquierda. Antonio Blanco y Paquín pudieron mover el marcador antes del descanso, y Fran García, libre de marca, remató mal una prolongación de César tras un saque de esquina de Isra.

En la reanudación, el Algaida salió de nuevo entonado pero se llevó el jarro de agua fría con el 0-1, obra de Paquín. El jerezano culminó una contra de libro de César, quien cedió atrás a Paco. El disparo de éste tocó en un defensa y el rechace le cayó al mediapunta, que tan sólo tuvo que empujar al fondo de las mallas.

A partir de entonces, el Industrial buscó la contra con insistencia ante un rival cada vez más abierto. Pudo empatar el Algaida en una contra que tuvo su origen en un nefasto balance defensivo tras un córner visitante pero Perico salvó la ocasión.

En el 80' llegó la jugada clave del encuentro. Dani Barroso se adelantó a los centrales blanquiazules y se planto ante Perico. El meta cortó el avance tocando el balón con la mano fuera del área, por lo que vio la roja. La falta, justo en la frontal, la mandó a las nubes Chico Benítez.

La salida de Selu le dio otro aire al ataque industrialista. El espigado delantero tuvo dos ocasiones clarísimas para cerrar el partido pero sus remates se marcharon fuera. Quirós también tuvo una buena oportunidad para acabar con la agonía, que se prolongó durante siete minutos. El Algaida se volcó y el partido acabó con sufrimiento en un saque de esquina que los locales no aprovecharon.

El Industrial corta una racha de dos derrotas consecutivas y el domingo tiene la ocasión de poner tierra de por medio con los puestos peligrosos. Le espera el Bazán.