Al menos 120 personas murieron y numerosas resultaron heridas al perpetrarse ayer una cadena de atentados contra minorías religiosas en las ciudades sirias de Homs y Damasco. Al menos se registraron cinco explosiones explosiones en un barrio de la minoría alauí de Homs y en el distrito chiita de Sayyida Zeinab, en el sur de Damasco, la capital del país, informaron fuentes del Observatorio Sirio de Derechos Humanos. El Estado Islámico (EI) se adjudicó la autoría de los ataques en Homs, y al cierre de esta edición aún se desconocía quién estuvo detrás de los atentados en Damasco.

El Observatorio indicó que la primera bomba explotó en un coche que estaba sobre un transportador de vehículos. Poco después detonó un segundo auto en las inmediaciones. En las imágenes de la agencia oficial Sana se veían coches incendiados, y las fachadas de ambos lados de la calle se derrumbaron en parte, mientras equipos de rescate intentaban extinguir el fuego. Según el Observatorio, entre los más de 60 muertos de Homs hay al menos 39 civiles. Las cifras varían, sin embargo, según la fuente, ya que Sana reporta al menos 32 muertos y 39 heridos en esa ciudad.

En Damasco, tres bombas explotaron en un suburbio del sur de la ciudad. Según informaron fuentes del Observatorio. El primer atentado fue realizado con un coche bomba, mientras que en los otros dos ataques las detonaciones fueron activadas por atacantes suicidas.

Ambas regiones fueron escenario de sangrientos ataques a fines de enero. En los dos casos el EI, organización sunita que desprecia a otras vertientes religiosas musulmanas, se adjudicó la autoría de los ataques.

Tanto el barrio alauí de Homs como el distrito chiita de Damasco están bajo el control de tropas del Gobierno.