Los veintisiete países de la UE otorgaron ayer el mandato al ex comisario francés Michel Barnier, elegido como negociador jefe de la UE, para iniciar las conversaciones con el Reino Unido sobre su salida del club comunitario, que empezarán en la semana del 19 de junio.

"Estamos preparados. Tenemos un mandato claro. Todas las estructuras están dispuestas", indicó Barnier en una rueda de prensa al término del Consejo de Asuntos Generales a Veintisiete, en el que aprobaron las directivas para la negociación.

Barnier insiste en explicar bien a Londres "las consecuencias de que no haya acuerdo"

Aunque las orientaciones ya las dieron los líderes de esos países en la cumbre extraordinaria el 29 de abril, el paso dado ayer por los ministros era un trámite formal necesario para abrir la negociación, algo que Barnier espera que suceda "lo antes posible" tras las elecciones británicas del 8 de junio.

Apuntó a "la semana del 19" de junio como fecha para la primera ronda de negociaciones, y señaló que hará un "primer informe" sobre el proceso al Consejo Europeo durante su cumbre del 22 y 23 de ese mes. "Exactamente un año después" del referéndum en el que los británicos votaron por abandonar la UE, y "menos de tres meses después" de la notificación oficial para la salida por parte de la primera ministra británica, Theresa May, recalcó Barnier.

"Las negociaciones ya pueden empezar", declaró el viceprimer ministro maltés, Louis Grech, cuyo país preside este semestre el Consejo de la UE. Señaló que con la elección de Barnier -que ya era el negociador jefe de la Comisión para el Brexit- como representante, los Veintisiete depositaron "toda su confianza en él para un resultado exitoso".

Grech indicó que las directivas aprobadas ayer se centran en la primera fase de la negociación, en la de la retirada, y agregó que se adaptarán en lo necesario según avance el proceso. Harán referencia a temas prioritarios, como los derechos de los ciudadanos o la factura de la salida.

Ante la posibilidad de que Londres abandone las negociaciones por su rechazo a pagar la factura, Barnier recomendó "explicar bien las consecuencias de que no hubiera un acuerdo" en el plazo de dos años que marcan los tratados tras la activación del artículo 50.