Rebeldes del Ejército de Resistencia del Señor (LRA) incendiaron una iglesia llena de fieles que asistían a una misa en el noreste de la República Democrática de Congo, informaron ayer medios locales.

Aún se desconoce cuántas víctimas dejó el ataque del sábado por la noche, según el diario New Vision.

Según las fuentes, los rebeldes ugandeses atacaron además varias haciendas y mataron a los residentes con garrotes y hachas.

La organización humanitaria Human Rights Watch (HRW) estima que el Ejército mató a más de 600 personas desde una masacre perpetrada en Navidad.

El LRA, en guerra desde hace más de 20 años en el norte de Uganda, es conocido por el masivo empleo de niños soldados en sus filas. Su líder, Joseph Kony, lleva tiempo oculto con sus seguidores en la selva del noreste de Congo.

Desde ese sitio atacan no sólo pueblos en Congo, sino también en el sur de Sudán y en la República Centroafricana. Sólo en el entorno del pueblo Doruma, el LRA mató las últimas semanas unas 300 personas, denunció Anneke van Woudenberg, experta de HRW en África.

"En un pueblo quedaron sólo seis supervivientes", añadió Woudenberg.