A pesar de que los ciudadanos tienen la percepción de que desde mediados de este mes se ha producido un rebrote del virus de la gripe y de que incluso muchos médicos de cabecera así lo han afirmado por el aumento de casos en su centro de salud, no ha ocurrido.

Esto es, aunque se trata de una enfermedad muy contagiosa que en un momento determinado o zona concreta puede infectar a un alto número de personas, a niveles globales no se ha dado en tasas elevadas.

La mayoría de casos se dieron entre la última semana de diciembre y las dos primeras de enero y desde entonces se ha registrado un descenso, eso sí, cuya progresión ha sido lenta, según se indica.

Los datos recogidos por los médicos centinela de la gripe, como señala Juan Antonio Navarro, que es uno de ellos, confirman que este año el desarrollo del virus ha seguido el mismo esquema que en los años anteriores, ha presentado la misma curva de incidencia.

De esta manera, los dos tipos de virus que hay, el A, más agresivo, y el B, con sintomatología menos acusada, se han dado de manera prácticamente simultánea y por tanto en un sólo pico, que es cuando se han registrado más pacientes afectados.

Esto evitará, señala Juan Antonio Navarro, que, como ha ocurrido en otras ocasiones, aparezcan brotes de virus en épocas atípicas como el mes de mayo.

Asimismo los epidemiólogos consultados apuntan que en esta ocasión el virus de la gripe se ha presentado tal y como se preveía, es decir, la misma cepa para las que se prepararon las vacunas.