-¿Qué tiene el Festival de Jerez que no tienen los demás?

-Pues ahí no te puedo decir absolutamente nada porque es la primera vez que vengo. Profesionalmente, llevo cantando desde el año 72, pero así en un festival es la primera vez que vengo.

-¿Con qué rincón de Jerez se queda de forma especial?

-Me gusta muchísimo Jerez. Es un punto de referencia para muchas cosas. Es una ciudad andaluza cien por cien. Tiene toda la enjundia del sol, el vino, los caballos, el flamenco... Es una ciudad extraordinaria.

-¿Bailar pegados es bailar o prefiere mantener las distancias?

-Hombre depende del momento y de la edad. Hubo momentos en que bailar pegados era una bendición.

-¿Qué artista le 'pone' o le 'ponía'?

-A mí muchos. No soy de un cantaor, los sectarismos no sirven para nada, son absolutamente nefastos y perjudiciales. Creo que el aficionado al cante tiene que ser abierto. Me gusta Vallejo, Pavón, Marchena, Caracol, Mairena, La Niña de los Peines, El Sernita... Una lista interminable. Me gustan todos los que han cantado bien a lo largo de la historia, porque yo me fijo en el cante y no en las voces.

-¿Qué palo le da más 'palo'?

-A mi cualquiera. Depende del momento. Lo de la petenera es una pamplina y una chuminá de la Carlota. La petenera el único problema que tiene es que uno de los cantes de mayor dificultad. El que no tenga una buena técnica de respiración, el que no domine su voz, en su vida podrá cantarla. Entonces, ¿qué es lo más fácil? Pues decir que es un cante de mal bajío y con eso lo eliminamos.

-¿Cuál es el sitio más raro en el que ha actuado?

-En el Aula Magna de la Universidad de Harvard.

-¿Con quién se daría una 'pataíta', con Zapatero o con Rajoy?

-A los políticos hay que dejarlos que bailen solos. Y de ese modo nosotros interpretamos el baile que nos dé la gana.

-¿Le ha tenido que hacer la pelota a alguien para llegar a donde está o los políticos suelen ser gente sensible?

-No, no. Jamás en la vida. Siempre he sido total y absolutamente independiente. Me gusta el flamenco y la cultura andaluza. Siempre que la Junta de Andalucía me ha necesitado o ha querido llamarme, he estado allí y sigo estando, pero sólo para hablar de cultura andaluza y para hacer bien por el flamenco. Aparte de eso, nada más.

-¿A quién o a qué le haría un desplante?

-No soy mucho de desplantes, soy más de atender a todo el mundo y despedirme con una sonrisa. La verdad que es mucho más agradable sentirte bien y que los demás vean que estás bien.

-¿Hay algo que le dé 'jindama' en el flamenco actual?

-La carretera.

-¿Qué disciplina elegiría si acudiese a una Olimpiada?

-(Risas) Me presentaría por los cien metros lisos.

-¿El flamenco da para forrarse o para llenar la nevera?

-El flamenco da para llenar la nevera, da para forrarse, sigue dando y dará durante muchísimo tiempo, estoy convencido de ello.