Son muchas las mujeres que dentro de la iglesia católica ejercen la función de "lectoras" de los libros sagrados. Días pasados me enteré de la ordenación de un varón como lector en ceremonia oficiada por el Sr. Obispo, José Mazuelos Pérez. Pregunté y justificaron el compromiso de estudiar y llegar a diácono por parte del lector. Al informante le objeté que hay muchas mujeres que ejercen la función de lectoras, acólitas, acercan la comunión a los enfermos…, y no le es reconocido el servicio eclesial. Tengo la costumbre de contar los asistentes a la misa, y siempre hay un número mayor de mujeres que de hombres. La presencia mayoritaria de las mujeres no lleva acompañado del reconocimiento por parte de la jerarquía de su dignidad religiosa como creyentes. Ya va siendo hora que se les reconozca el servicio, y no las utilicen como servidumbre al varón-patriarcal religioso. El machismo que no cesa.