ES una especie de norma no escrita de este gobierno municipal anunciar a bombo y platillo, cuando se va a tomar una medida que puede resultar polémica, que se ha hablado con todo el mundo, que se han celebrado decenas de reuniones con otros tantos colectivos interesados... para que luego siempre se produzca la protesta de algún implicado directo. Eso ha vuelto a ocurrir ahora, tras adoptarse medidas restrictivas en el tráfico en el centro y la queja tanto de Acoje como de los tenderos de la plaza. Aunque el concejal del ramo, García Bermúdez, ha anunciado ya nuevas reuniones explicativas, no se entiende muy bien que una y otra vez ocurra lo mismo: o las cosas no se hablan tanto y cómo se dice o se aplica por sistema el famoso 'donde dije digo, digo Diego'.
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