Allá por el año 2008, Rosa Maestro decidió crear la web Masola.org. A partir de ahí empezó a conocer a chicas que como ella, eran lo que se conoce como madre sola por elección, mujeres que acuden sin pareja a la reproducción asistida para concebir un hijo. Ella lo fue en 2004 y hasta entonces no había coincidido con nadie que estuviese en su misma situación. La próxima semana viene a una clínica de Cádiz a contar su experiencia a otras mujeres o parejas de lesbianas que se están pensando aumentar la familia e intentar responder a las dudas que surgen en esos momentos. Desde hace unos años, este modelo de familia está creciendo de forma notable. Así lo han notado en Masola o la asociación MSPE (Madres Solas por Elección), que ha experimentado un aumento de socias desde 2013.

Unas de las socias de MSPE es Charo, de El Puerto, que fue madre con 45 años tras separarse de su anterior pareja y dos tratamientos. "Primero pensé en la adopción pero es muy difícil para las familias monoparentales y al final tomé la decisión más acertada", cuenta.

Cree que para ser madre sola por elección hay que tener estabilidad emocional y económica. "Mi familia está lejos y cuento con una asistenta que me ayuda en casa porque aunque tengo un buen trabajo no puedo plantearme una reducción de jornada", afirma. Como una realidad nueva, cree que aún queda mucho por avanzar en la sociedad para reconocer a este modelo de familia monoparental pero tiene claro que es importante lo que transmitas. "Hay que vivirlo de una forma normalizada. Es una maternidad voluntaria gozosa y muy feliz". Se refiere sobre todo a las administraciones porque en principio cree que son bien aceptadas por los demás. "Los sectores tradicionales nos ven bien porque somos madres y los progresistas porque estamos solas, trabajadoras o luchadoras", dice.

Desde Masola hablan por ejemplo de discriminación a la hora de desgravaciones por hijo o para ser considerada familia numerosa. Rosa, su creadora cree que "prácticamente en un 90% no hay estigma social" ante este tipo de familia monoparental aunque hay que avanzar, como dice, en el caso que le hace la administración.

¿Y a qué se debe este progresivo aumento de este tipo de familias? "Pues que ya muchas personas no creen en que una pareja sea para toda la vida, que quieren ser madre y que el reloj biológico no para. En la sociedad de ahora una convivencia es complicada y este modelo también tiene muchísimas ventajas", explica. Además, considera que a España vienen mujeres de otras partes de Europa, por la legislación por ejemplo en cuanto a donación de óvulos, más restringida en otros países, o por la información que se tiene del donante de esperma.

El jueves Rosa vendrá con su hija a Cádiz a despejar dudas de otras mujeres que un día se preguntaron lo que ella se preguntaba hace una década. "Sobre todo muchas quieren saber qué será de su hijo si le pasara algo a ella, por la educación, por el tema económico, muy importante desde el principio hasta para el tratamiento si no lo cubre la seguridad social, por cómo explicar en su momento esto a sus hijos", dice. Rosa ha escrito varios cuentos para ayudar a todas estas cuestiones, como Cloe quiere ser mamá o Nora y Zoe, dos mamás para un bebé.