Programación Guía completa del Gran Premio de Motociclismo en Jerez

Sociedad

Cae una red por explotar sexualmente a rumanas

  • El sucesor del proxeneta 'Cabeza de cerdo' es arrestado en un polígono de Madrid

  • Nueve mujeres que ejercían la prostitución, liberadas

Agentes de la Guardia Civil y la Policía Nacional rumana, durante la operación Balaur contra la explotación sexual.

Agentes de la Guardia Civil y la Policía Nacional rumana, durante la operación Balaur contra la explotación sexual. / guardia civil

Hasta 14 horas diarias ejercían la prostitución en el polígono Marconi del barrio madrileño de Villaverde nueve rumanas que fueron liberadas por la Guardia Civil en un golpe a una red que explotaba a mujeres y dirigida por el sucesor de Ioan Clamparu, alias Cabeza de cerdo, un proxeneta ya fallecido. Se trata de la operación Balaur, llevada a cabo conjuntamente con la Policía Nacional de Ploiesti (Rumanía) y que ha supuesto el desmantelamiento en el citado polígono de una organización criminal dedicada a la explotación sexual de mujeres de nacionalidad rumana.

En la operación fueron arrestadas 11 personas (siete en España y cuatro en Rumanía), se realizaron 13 registros domiciliarios (ocho en Rumanía y cinco en Madrid) y fueron liberadas nueve mujeres rumanas que estaban siendo explotadas sexualmente en las calles de ese polígono.

La investigación se inició en septiembre del pasado año tras la denuncia de una víctima que informó a la Guardia Civil de la situación de esclavitud que estaba viviendo al ejercer la prostitución de manera forzada por su proxeneta.

Meses antes, ese hombre, también rumano, la había captado en su país mediante el método denominado Loverboy, que consiste en enamorar a la víctima y prometerle una vida mejor en España, ocultándole el verdadero motivo de la captación.

Desde el inicio de la investigación en cooperación con la Policía de Rumanía, Eurojust y Europol, se pudo determinar que el caso investigado no era aislado y que existían numerosas víctimas captadas por la misma organización. Cuando las mujeres ya se encontraban en España eran forzadas a ejercer la prostitución, con jornadas de más de 14 horas de trabajo, eran obligadas a vestir únicamente con ropa interior en pleno invierno y se calentaban con las hogueras que encendían en la calle para soportar las bajas temperaturas, surtidas con la leña que les facilitaba los controladores de la red.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios