La Policía Nacional detuvo ayer a siete personas en Albacete acusadas de explotación sexual de mujeres en clubes de alterne. Las víctimas eran obligadas a usar tarjetas con sus huellas dactilares para contabilizar los servicios realizados y el tiempo empleado.

Según informó la Delegación del Gobierno de Castilla-La Mancha, la investigación se inició hace tres meses, cuando una mujer se presentó ante la Policía para denunciar que en un club de Albacete se estaba obligando a ejercer la prostitución a mujeres extranjeras. Además, añadió que en dicho local se vendían diferentes sustancias estupefacientes.

La denunciante, que también había sido explotada en ese club, aseguró que en el interior del local tenían encerrada a una menor de nacionalidad brasileña que aún no ha sido localizada.

La operación se saldó con la detención de siete miembros de una organización dedicada a la explotación sexual de mujeres, entre los que se encuentran los responsables de dos clubes de alterne. También se registraron dos locales de carretera situados en la provincia, en los que se han intervenido 45.000 euros en efectivo, más de 20 gramos de cocaína, un arma de fuego simulada, varios smartphones y documentación relativa a la explotación de las mujeres, como contabilidad, agendas de contactos o cuadrantes de servicios.

La operación se enmarca dentro del Plan de la Policía contra la Trata de Seres Humanos con Fines de Explotación Sexual, puesto en marcha en 2013 y que dio lugar a la creación de la Brigada Central contra la Trata de Seres Humanos, adscrita a la Comisaría General de Extranjería y Fronteras de la Policía Nacional.