El Xerez sigue fiel a su tradición. Volvía a Chapín para disputar un partido oficial casi dos años después y se repitió la historia de hace un par de meses cuando regresaba a La Juventud frente a Los Cortijillos o la misma película de esas otras tardes que llevaban camino de convertirse en inolvidables y terminaron en amargas jornadas. La fiesta acabó en resaca.

El cuadro azulino, que sumaba nueve jornadas sin perder, cayó ante el filial del Sanluqueño por 0-2 en su casa y ante casi 1.500 xerecistas que no quisieron perderse un día bastante importante para la entidad, una tarde de esas que el aficionado de toda la vida del Xerez jamás olvidará pese al correctivo.

Los xerecistas no tuvieron su mejor día pero tampoco lo tuvo un trío arbitral tremendamente desacertado, que con sus fallos terminó marcando el desarrollo del partido. La derrota fue demasiado castigo para un equipo que lo dio todo pero que no estuvo nada inspirado a la hora de finalizar las jugadas.

Jesús Mendoza para este día especial apostó por su once habitual y el encuentro arrancó con un Deportivo que quería mandar pero al que se le notaba tenso y demasiado presionado. Y es que Chapín es Chapín.

El Sanluqueño B, por su parte, desde el primer momento también dejó claras sus intenciones, defender con orden y buscar las contras para sorprender a un rival al que le costaba tapar todos los espacios.

Los xerecistas apenas le vieron la cara a Marcos en los primeros minutos de juego porque nunca se acercaron con el balón controlado a las inmediaciones del área pero en el minuto nueve llegó una de las jugadas decisivas del partido. Un buen envío en largo de Israel a la espalda de la defensa lo recogió Paquito, se plantó solo ante Marcos pero no acertó a superarle de vaselina. El delantero perdonó el 1-0.

Esa acción animó a los de Mendoza, que comenzaron a mandar con más claridad, pero los azulinos seguían sin hacer su juego habitual, seguían abusando de los balones en largo y continuaban sin explotar las bandas, por lo que los verdiblancos, con una zaga muy adelantada en algunas ocasiones, tampoco pasaban demasiados apuros para solventar las acciones de peligro. Así, a los 18 minutos, Israel remató por encima del larguero una falta botada por Caro desde la derecha.

Sin sobresaltos, el filial del Sanluqueño aguantaba el chaparrón y cada vez se iba sintiendo más cómodo en un terreno de juego de grandes dimensiones pero que para nada les pesaba. Aún así, Miguel tampoco tenía demasiado trabajo y el que se le presentaba lo resolvía bien.

Las últimas opciones de los azulinos en la primera parte las tuvieron Barragán y Blanco. El defensa, en el minuto 39, no llegó por poco a un buen balón de Paquito tras un saque de puerta de Miguel y en el 41, el centrocampista probó fortuna desde la frontal del área pero su disparo se le marchó alto. El colegiado mandó a los dos equipos a la caseta justo después de que Álvaro, lesionado, tuviese que dejar su puesto en el once a Fran Vargas.

Y el descanso no sentó nada bien al Xerez porque nada más arrancar el segundo tiempo encajó el primer gol de la tarde. Un despiste defensivo en un saque de banda permitió al Sanluqueño B montar un contragolpe que Alberto aprovechó para batir a Miguel.

El 0-1 dejó helado a un Deportivo al que siempre le cuesta reaccionar, pero en esta oportunidad estuvo a punto de empatar en el minuto 48. Un saque de esquina bien lanzado por Alberto lo remató Israel de cabeza pero Marcos tiró de reflejos y realizó un paradón al central. Su estirada terminó en saque de esquina, un córner que no aprovechó por muy centímetros Barragán.

El encuentro se iba poniendo cada vez más cuesta arriba para un cuadro xerecista que estaba obligado a arriesgar aún más ante un filial que siempre se mostró muy entero y que una y otra vez buscaba salidas a la contra para tratar de matar el choque.

En el minuto 55, una buena internada de Quirós, que se plantó solo ante Marcos, acabó con un disparo abajo del lateral que terminó en saque de esquina. Y de una portería a la otra. El Atleti B tuvo el 0-2 segundos después. En otra contra, Marc encaró a Miguel, ajustó el disparo y el balón pegó en el poste izquierdo del portal azulino.

La precipitación iba a más a medida que avanzaba el cronómetro. Cada futbolista intentaba la guerra por su cuenta, el centro del campo no existía y las jugadas de ataque cada vez inquietaban menos a los visitantes.

Mendoza movió el banquillo, retiró a Caro y Quirós para dar entrada a Daza y Alberto Gil buscando un revulsivo pero no llegó. Lo que sí llegó fue la acción más polémica del partido. Una carga de Israel a un contrario dentro del área la consideró penalti el asistente de Tribuna, que interpretó agarrón del central azulino. Los xerecistas protestaron airadamente la jugada pero sólo consiguieron ver un par de tarjetas amarillas. Robert, que apenas llevaba unos minutos en el campo, lanzó la pena máxima y colocó el 0-2 en el marcador (70').

Ahí terminó todo para un Xerez que hizo el desgaste, que no aprovechó las ocasiones y que acabó con diez jugadores por la expulsión de Juanma Longa. El tramo final del encuentro apenas tuvo historia, más corazón que cabeza por parte local, y otra ocasión para el filial, que estrelló otro balón en el larguero tras un córner.

El Xerez se dejó tres puntos importantes para seguir en la parte más alta de la tabla y cerró una tarde de fiesta con una decepción mayúscula.