Opinión Invitada

Apostar por la diversidad de género

  • Las mujeres tiene una amplia presencia en el sector, pero no en puestos de responsabilidad.

Mujer trabajando en el campo.

Mujer trabajando en el campo.

Es una realidad, el momento de las mujeres ha llegado, también en el ámbito de las cooperativas. Hasta ahora, el sector cooperativista, como muchos otros, ha contado tradicionalmente con un amplio protagonismo del hombre, mientras que la participación de la mujer ha sido muy escasa, casi testimonial. El Proyecto Integra (2010-2013), en el que nuestra federación colaboró en el marco del convenio suscrito entre el entonces Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (MARM) y Cooperativas Agro-alimentarias de España, se encargó de poner números a una realidad que, aunque conocida, carecía de estadísticas.

Desequilibrio

Los resultados establecieron que, del 100% de personas asociadas en las cooperativas del sector agroalimentario, en torno a un 25% eran mujeres y un 75% hombres. Si bien, en órganos de decisión, como en el caso de las asambleas, se reducía su participación hasta un 13,9%, disminuyendo más aun, hasta el 3,5%, en los consejos rectores.

Los datos son importantes porque, hasta aquel momento, no éramos realmente conscientes del desequilibrio que había en las cooperativas agroalimentarias. Fue entonces cuando decidimos que teníamos que trabajar para lograr un cambio, era necesario; la mujer cooperativista tenía que participar y hacerse visible.

Muchas son las razones por las que las mujeres tienen que incrementar su participación en las asambleas y, por consiguiente, aumentar su representación en los órganos de decisión. Apostar por la diversidad de género conlleva beneficios tales como optimizar el talento disponible y no aprovechado de nuestras socias agricultoras y ganaderas, ampliar la pluralidad de puntos de vistas, favorecer el relevo generacional y el asentamiento rural y, en definitiva, contribuir a una mayor competitividad y rentabilidad empresarial. Además, una mayor presencia de mujeres en las asambleas y en los consejos rectores, conllevará el efecto llamada; ellas mismas serán promotoras del incremento de la participación femenina, favoreciendo la mejora del equilibrio.

"La causa fundamental es la carga familiar que continúa recayendo principalmente en las mujeres"

Durante este tiempo de trabajo, hemos identificado muchos motivos que determinan la poca participación de la mujer en las cooperativas agroalimentarias. Algunas lo ven como un sector masculinizado del que no se habían planteado formar parte, hasta el momento; otras creen que no están preparadas; aunque la causa fundamental es la carga familiar que continúa recayendo principalmente en las mujeres, dada la escasa corresponsabilidad, lo cual impide, en muchos casos, poder dedicar el tiempo necesario a la cooperativa. También nos encontramos mujeres que quieren ser escuchadas, pero temen que sus opiniones no se tengan en cuenta y se cuestionen.

Asimismo, es especialmente significativa la invisibilidad de muchas mujeres que trabajan en sus explotaciones agrícolas y ganaderas porque no están dadas de alta en la Seguridad Social, ni tienen la titularidad de la explotación, lo cual impide, a su vez, el aumento de esta base social en las cooperativas. Esto podría haber cambiado, y era el objeto, con la aprobación de la Ley de la Titularidad Compartida de las Explotaciones Agrarias del año 2011 pero, en el caso de Andalucía, la no existencia hasta la fecha de un Registro, impide su incorporación y su visibilización.

Pese a ello, hay muchos proyectos que se están desarrollando desde Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía y sus federaciones provinciales, siendo una de las más importantes la constitución de la Asociación de Mujeres de Cooperativas Agro-alimentarias (Amcae-Andalucía), que nace de la mano de la federación y con un objetivo claro, la mayor presencia y participación de las mujeres en los órganos de decisión de las cooperativas.

Trabajadoras del sector agroalimentario. Trabajadoras del sector agroalimentario.

Trabajadoras del sector agroalimentario.

Amcae-Andalucía, además, pretende crear redes entre las mujeres cooperativistas, defender sus intereses frente a la Administración regional, promover la igualdad de oportunidades, fomentar la formación y la profesionalización de las socias y visibilizar a las mujeres con cargos de responsabilidad, entre otros.Otras líneas de actuación en las que la federación trabaja desde hace varios años son las enmarcadas dentro del convenio suscrito entre Cooperativas Agro-alimentarias de España y el Instituto de la Mujer y para la Igualdad de Oportunidades (IMIO), con el objetivo de sensibilizar consejos rectores, promover el emprendimiento femenino y fomentar el liderazgo entre las socias.

Así, desde Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía, con la participación de sus oficinas provinciales, se han desarrollado, en el primer semestre de 2018, un total de 2 transferencias de conocimientos, 6 talleres formativos y 16 sensibilizaciones en igualdad de oportunidades en consejos rectores de cooperativas, así como en federaciones provinciales y sectoriales.

“Más mujeres, mejores empresas”

Gracias a este convenio, se han llevado a cabo actividades formativas que han permitido a las agricultoras y ganaderas conocer mejor el funcionamiento del sector agroalimentario y cooperativo. Fruto en buena parte de ello, entre 2016 y 2017, 9 cooperativas andaluzas se sumaron a la iniciativa “Más mujeres, mejores empresas”, impulsada por el Ministerio de Igualdad a fin de implantar una serie de compromisos, tendentes a lograr una mayor presencia femenina en puestos de gestión, equipos directivos y consejos rectores, siendo Andalucía la región con más cooperativas adheridas.

Todo este trabajo que venimos desarrollando desde 2010 comienza a dar sus frutos y, según los últimos datos ofrecidos por el Observatorio Socioeconómico del Cooperativismo Agroalimentario Español (Oscae), la representatividad de las mujeres socias en las cooperativas ya alcanza prácticamente el 30%, al tiempo que la incorporación de las mujeres en los consejos rectores comienza a ser una realidad.

Somos conscientes, sin embargo, de que todavía queda un largo camino por recorrer, que no es fácil, pero estamos convencidas de que, poco a poco y con el apoyo de Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía y ahora también de Amcae-Andalucía, la mujer socia ocupará el lugar que le corresponde en las cooperativas.

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