La Voz Invitada

Andalucía será región piloto para impulsar la bioeconomía europea con el proyecto Robin

Infografía para explicar la bioeconomía.

Infografía para explicar la bioeconomía.

La Bioeconomía tiene el potencial de contribuir sustancialmente a los objetivos del Pacto Verde Europeo y, al mismo tiempo, las autoridades regionales de Europa tienen un papel crucial que desempeñar como agentes del desarrollo económico inclusivo y resiliente para sus territorios.

El proyecto Robin, financiado por la Comisión Europea (CE) a través del programa Horizonte Europa, pretende ayudar a las administraciones regionales europeas a diseñar y avanzar en la implementación de sus esquemas de gobernanza de la Bioeconomía para que puedan contribuir a la misión de la Unión Europea para una transición verde más rápida.

Para ello, 13 socios de 5 países europeos se han unido, en el marco de este proyecto, con el fin de trabajar juntos en 5 regiones europeas de Irlanda, Alemania, España, Eslovaquia y Grecia. La Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía, el Ifapa (Instituto Andaluz de Investigación y Formación Agraria, Pesquera, Alimentaria y de la Producción Ecológica) y CTA (Corporación Tecnológica de Andalucía) son los socios españoles de este proyecto para el que Andalucía será región piloto.

Según la CE, la Bioeconomía abarca todos los sectores, los servicios y las inversiones asociadas que producen, utilizan, procesan, distribuyen o consumen recursos biológicos. Europa dispone de una Estrategia de Bioeconomía que busca alcanzar la transición ecológica sin perder de vista la sostenibilidad. En este contexto, la gobernanza (o forma de gobernar o gestionar) de la Bioeconomía es esencial para maximizar las sinergias de políticas sectoriales, crear un campo de juego equitativo y establecer estándares de sostenibilidad consistentes en todas las áreas de políticas públicas. Al fomentar la cooperación y la coherencia de las políticas a nivel regional, nacional, de la UE e internacional, la Bioeconomía podrá desarrollar todo su potencial en Europa.

En el marco del proyecto Robin, en primer lugar, se trabajará en la involucración de los actores regionales para, posteriormente, llevar a cabo un ejercicio de cocreación, en el que se puedan integrar las políticas públicas, las necesidades y retos y el esquema de gobernanza actual de las regiones, de forma que cada región participante obtenga un Plan de Acción adaptado a su situación.

Estrategia Andaluza de Bioeconomía Circular

Andalucía se posiciona como una de las regiones aventajadas en Europa en cuanto al desarrollo y adopción de la Bioeconomía gracias a su Estrategia Andaluza de Bioeconomía Circular, aprobada con carácter pionero en 2018. Según datos reflejados en esta estrategia, la cifra de negocio atribuida a la Bioeconomía en Andalucía en 2014 ascendió a 28.394 millones de euros, estando este valor relacionado principalmente con la actividad en el sector agroalimentario.

Los esfuerzos se centrarán, por tanto, en desarrollar mecanismos para involucrar de forma efectiva a todos los actores de la sociedad, mejorando el uso de los recursos disponibles en la región y permitiendo una producción más innovadora de bioproductos, o productos de origen biológico, alineados con las necesidades del consumidor.

La Consejería de Agricultura contribuirá a mejorar su modelo de gobernanza regional de Bioeconomía Circular mediante la actualización de la citada Estrategia y aportará su experiencia en herramientas para el diseño de estrategias de Bioeconomía en Europa. Por su parte, Ifapa contribuirá al proyecto con su experiencia en el desarrollo de prácticas innovadoras en diferentes ámbitos de la Bioeconomía, tales como las ejecutadas para remanufacturar la cadena de suministro con el fin de lograr un nivel cero de residuos inorgánicos y las actividades de demostración e información para la gestión sostenible de los residuos en el sector agroalimentario.

En cuanto a CTA, liderará la cocreación de modelos de gobernanza y el diseño de planes de acción regionales, trabajando con las regiones involucradas en el proyecto. Además, CTA coordinará el intercambio de buenas prácticas y lecciones aprendidas entre los socios, promoviendo el desarrollo de partenariados transregionales para la implementación de la Bioeconomía.

Los resultados del trabajo en estas 5 regiones se utilizarán para desarrollar una caja de herramientas que las todas las regiones europeas podrán usar para mejorar la gestión y el seguimiento de sus futuros modelos de Bioeconomía. Dentro de las herramientas, se encuentra una plataforma de conocimiento para fomentar el intercambio de experiencias y buenas prácticas, un “canvas” para modelar esquemas de gobernanza en Bioeconomía, un porfolio de acciones de apoyo, una herramienta de monitorización del desempeño de políticas públicas y una herramienta de planificación de protección ambiental.

Impacto del proyecto

Finalmente, en cuanto al impacto esperado del proyecto, proporcionará apoyo personalizado para una mayor participación de las partes interesadas (principalmente administraciones públicas) en colaboración con la Iniciativa de Ciudades y Regiones Circulares (CCRI-CSO), iniciativa en la que CTA participa tras haber sido seleccionada como entidad CCRI Fellow.

El apoyo a las autoridades locales mejorará la participación de los actores regionales y locales, las sinergias, los modelos de negocio, los enfoques participativos, etc., para alcanzar mejores impactos ambientales, sociales y económicos. Por otra parte, el soporte al desarrollo de estrategias regionales y locales impactará en la creación de nuevas oportunidades para el uso de materias primas, infraestructuras para biorrefinerías, logística, servicios y producción, inversiones, etc.

En el largo plazo, se busca promover la neutralidad climática y la mejora de la baja huella ambiental de los bioproductos y bioservicios.

De esta forma, se pretende que el proyecto Robin consiga la integración de las oportunidades creadas por la Bioeconomía local.

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