A propósito del desayuno

Leche: un comienzo rico en nutrientes para la jornada escolar del niño

  • Un desayuno equilibrado es un indicador de una dieta saludable. Incluye al menos una ración de lácteos, una de cereales y otra de fruta.

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) aconseja desde hace muchos años sobre los beneficios de un desayuno adecuado y, en particular, de los beneficios de la leche. Se trata de la comida más importante del día y, además, un indicador fiable de un estilo de vida más saludable. El desayuno es también una buena fuente de energía y nutrientes; de hecho, está comprobado que sin el desayuno, la alimentación difícilmente puede ser nutricionalmente correcta. 

Estudios observacionales en niños y adultos sugieren una asociación de protección entre la frecuencia de tomar el desayuno y el riesgo de obesidad y enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2. Asimismo, la regularidad en el consumo del desayuno se ha relacionado con una mejor calidad de la dieta y un mejor rendimiento académico y funcionamiento psicosocial en niños y adolescentes. En España, la Estrategia NAOS estableció un conjunto mínimo de indicadores relacionados con la alimentación saludable y la actividad física para la prevención del sobrepeso y la obesidad, entre los que se encuentra el “porcentaje de personas que desayunan”. Los resultados, lamentablemente, están muy alejados de las recomendaciones.

Pero aparte de desayunar o no, es importante qué se desayuna, es decir, la calidad del mismo. Y es que debe aportar al menos un 25% de la ingesta energética diaria, y está comprobado que un desayuno equilibrado, indicador de una dieta saludable, incluye al menos una ración de lácteos, una de cereales y otra de fruta. Sin embargo, estudios recientes llevados a cabo en España muestran que sólo un 4,2% realizan un desayuno adecuado y completo, compuesto por leche, cereales y fruta. Los estilos de vida actuales y la sensación de falta de tiempo han originado cambios en el patrón de distribución de comidas, y han contribuido a la disminución e incluso omisión del desayuno. Resulta paradójico que, cuando viajamos por trabajo o por turismo, es el desayuno variado y divertido uno de los momentos más esperados y de disfrute y, sin embargo, no seamos capaces de extrapolar ese hábito a nuestros hogares, al día a día imprescindible.

El Día Mundial de la Leche, que se celebra el 1 de junio, brinda la oportunidad para enfocar toda nuestra atención en la leche y los beneficios nutricionales que aporta para todas las personas. El desayuno es el mejor momento del día en el que un niño puede tomar leche. Un solo vaso (200 ml) de leche proporciona calcio (aprox. el 30% de los valores de referencia), el 12% de las ingestas recomendadas de proteína, y además de alto valor biológico (para un adulto medio, dieta de 2000 Kcal/día), yodo, potasio, fósforo y vitaminas B2 y B12. Estos son muchos de los nutrientes que un niño necesita para un crecimiento sano y para que tenga un buen rendimiento a lo largo del día en la escuela. Y el adulto y el senior igualmente se benefician de esta magnífica densidad nutricional.

La influencia de desayuno en el rendimiento mental ha sido objeto de mucha investigación, especialmente entre los niños. Se ha demostrado que los niños que se saltan el desayuno no son tan eficientes en la selección de la información crítica en la resolución de problemas como los que han desayunado. Desayunar correctamente ayuda a los niños a obtener mejores resultados en la escuela, tanto en tareas matemáticas como creativas. Se cree que es debido al hecho de que el desayuno, especialmente si es alto en hidratos de carbono, proporciona glucosa, el combustible preferido del cerebro. Un tazón de cereales combinado con de leche puede proporcionar cinco nutrientes esenciales: vitaminas del grupo B, vitamina D, hierro, calcio y proteínas. El hierro es importante para el desarrollo cognitivo de los niños. La vitamina D constituye una prioridad en salud pública en el ámbito europeo para todos los grupos de edad, y los alimentos enriquecidos, como algunos cereales de desayuno, son una importante fuente de este nutriente. Esta última, y el calcio como su verdadera pareja de hecho, ayudan al crecimiento óseo y el desarrollo. Las vitaminas del grupo B, por su parte, ayudan a la liberación de la energía de los alimentos que es necesaria para mantener a los niños activos a largo del día. Añadiendo una pieza de fruta al desayuno, además, lo enriqueceremos  con otros minerales y vitaminas tales como la vitamina C y componentes bioactivos antioxidantes, y ayudando a cumplir la recomendación de tomar cinco raciones de fruta y verdura al día.

En definitiva, ¿merece la pena hacer un desayuno completo? Supone una mejor densidad nutricional y calidad de la dieta; mayor ingesta de hidratos de carbono, fibra, minerales, vitaminas; menor consumo de grasa, colesterol, sodio; mejor control del peso corporal y asociación con menor Índice de Masa Corporal; mejor rendimiento físico, psicosocial y cognitivo y de la capacidad de concentración y memoria; menor estrés, depresión y alteraciones emocionales y, en definitiva, una mejor salud en general. La respuesta es rotunda y positiva, basada en la evidencia científica. Aprovechemos, por tanto, el Día Mundial Lácteo para mejorar nuestros hábitos alimentarios, en definitiva, nuestra calidad de vida.

>Gregorio Varela Moreiras es catedrático de Nutrición y Bromatología en la Universidad CEU San Pablo (Madrid) y presidente de la Fundación Española de la Nutrición (FEN).

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