El presidente de la Diputación de Almería y del PP en esta provincia, Gabriel Amat, volvió a manifestarse ayer favorable al reinicio de las obras del hotel. "Lo que estaba fuera de ordenación era un trozo que parece ser una piscina y algo más, pero muy poco, por lo que no podemos tratar todo, con su licencia, como una ilegalidad o fuera de ordenación", dijo Amat. El presidente de los populares almerienses agregó que con la puesta en marcha del hotel del Algarrobico "tendríamos a cantidad de gente trabajando, que buena falta nos hace, y habría sido rentable para el Ayuntamiento de Carboneras".

Amat advirtió que si la Junta ejerce el derecho de retracto sobre los terrenos del Algarrobico, "alguien tendrá que pagar" la construcción del hotel promovido por Azata. El dirigente popular insistió en que la actuación del Gobierno andaluz no va a conllevar únicamente el pago de los 2,3 millones de euros correspondientes al valor del suelo en 1999, porque "si han permitido que se haga la construcción, la construcción ha costado un dinero y alguien lo tendrá que pagar".

Desde Izquierda Unida, su portavoz en el Parlamento, José Antonio Castro, dijo que la decisión de la Junta ha sido una "prioridad" y una "exigencia permanente" de la coalición de izquierdas, defendida por la parlamentaria almeriense Rosalía Martín en los dos últimos plenos. Castro manifestó que la consejera Serrano, "ha cogido el norte". "El símbolo de la especulación y manipulación que hizo la Junta y los ayuntamientos implicados, que modificaron el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales, finalizará cuando la demolición de este edificio sea una realidad".