Esperpento

El sainete de la conformación de la confluencia de izquierda se ha visto coronada por el ridículo hecho con la marca

La capacidad que tienen las organizaciones humanas de complicar lo sencillo no deja de sorprender. Desde hace semanas, Podemos sabía perfectamente que Izquierda Unida -mejor dicho el Partido Comunista de Andalucía que es quien la vertebra- había marcado una línea infranqueable para pactar una coalición de partidos a la izquierda del PSOE y en la que no estaría Adelante Andalucía, que es el partido creado por Teresa Rodríguez y sus afines con la marca que esa confluencia concurrió en los últimos comicios autonómicos. Esa condición sine qua non para pactar era que Inmaculada Nieto, la portavoz de Unidas Podemos en el Parlamento, sería la candidata a la Presidencia de la Junta. Y si no lo era, no habría confluencia. Era así de sencillo.

Sin embargo, en Podemos no aceptan la realidad de que en Andalucía no son lo que aparentan y presionaron con la candidatura del guardia civil Juan Antonio Delgado. Tanto apretaron que a ellos mismos se les pasó la rosca e hicieron un ridículo grandioso, aunque no el mayor de todo este esperpento.

Presentaron fuera de plazo su integración en la coalición Por Andalucía, que sí habían registrado, como advirtieron, IU, Equo y Más País Andalucía. La demora no es sólo ridícula, es trascendental. Porque Podemos no forma parte formalmente de la coalición. Y por tanto, no podrá acceder a la financiación pública que obtenga en virtud de los votos que sea capaz de aglutinar el 19-J.

Y la pasta, a qué negarlo, era también un motivo muy relevante del desencuentro para firmar la confluencia. Por eso ahora, Podemos dice que Izquierda Unida se salta lo pactado, porque para cumplir la legalidad, Podemos no puede recibir nada.

Pero el sainete aún podía ser peor: la marca de la confluencia, Por Andalucía, estaba registrada de antemano -y aparentemente sin intención- por Carlos Ortiz, asesor del PP en la Diputación de Málaga y ex director de distrito del Ayuntamiento de Málaga. Ya decíamos que había un ridículo mayor. Y si no empeora es porque el propietario de la marca no pretende boicotear a la coalición de izquierda.

El próximo lunes, los partidos tendrán que cerrar sus listas y a Podemos se le abre la posibilidad de presentarse en solitario. Todas las voces de la confluencia dicen que se mantendrá el pacto, que Podemos se conformará con que sus candidatos vayan como independientes en las listas de Por Andalucía y, se supone, que renunciará a la subvención. El riesgo de la alternativa es doble: no sólo fraccionaría más el voto en ese espacio político, es que daría la medida real de qué es hoy Podemos en Andalucía sin el PCA vestido de IU.

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