La cuesta de septiembre iguala o incluso supera en quebraderos a la de enero para las familias andaluzas con una economía doméstica mermada. El aumento del coste del inicio escolar choca con sueldos que apenas han subido de media en torno a un 3% en Andalucía, a lo ha hay que sumar el continuo encarecimiento de productos básicos de cesta de la compra, la incertidumbre por los vaivenes de los precios del combustible y de los suministros esenciales como la electricidad o el gas, sin contar los habituales imprevistos que tienen que afrontar los hogares.

Clara de la Roza, madre gaditana de dos niños pequeños y residente en Sevilla, explica que "afortunadamente" el principal coste escolar que tiene que afrontar es "el servicio comedor para poder conciliar vida familiar y laboral".

A pesar de tener un sueldo de 1.080 euros mensuales, Clara no recibe bonificación alguna por este servicio comedor, lo que le genera cierta impotencia: "Son casi cinco euros al día, de modo que al mes me supone casi cien euros por el mayor de mis hijos, que tiene cuatro años". Además del comedor, "para poder conciliar también tengo que contratar actividades extraescolares dos días en semana que al ser del AMPA son 30 euros al mes".

A estos 130 euros mensuales, Clara tiene que sumar el coste de la escuela infantil del menor de sus hijos. "Por el pequeño, que tiene año y medio, y que está en la guardería adscrita a la Junta de Andalucía, tengo un desembolso de unos 300 euros al mes, sin bonificación. En total mis dos hijos en el sistema público de Educación requieren un gasto mensual de 430, sin contar el material escolar.

"La única ventaja del centro del mayor de sus hijos, el CEIP Giner de los Ríos de Mairena del Aljarafe, reside en que el curriculum docente se centra en proyectos propios en la etapa Infantil, lo cual conlleva que no tenga que comprar libros salvo el de Inglés", añade esta madre.

Otra madre, María Fernández, que opta por un centro concertado, tiene que desembolsar en torno a cien euros para adquirir el material escolar para su único hijo que cursa Primaria. A este gasto se suma el uniforme escolar: un polo de manga corta le cuesta 20 euros; un jersey, 33,37 euros; la chaqueta con cremallera, 41 euros; y un pantalón chándal 23 euros.

Al coste del material escolar se suman los servicios para la conciliación de la vida familiar y laboral: el comedor, el aula matinal, las extraescolares y el aula del mediodía: al coste de estos servicios públicos cuyas bonificaciones no alcanzan a todos los andaluces se suma el material que necesitan los escolares: por ejemplo si la extraescolar es la práctica de un deporte (fútbol, kárate o patinaje, por ejemplo) requiere de una equipación.

Compra venta de libros usados para reducir costes

Laura Felices, madre de un alumno de Bachillerato en un IES de Sevilla, tiene que recurrir a plataformas digitales de compra-venta de segunda mano para poder adquirir los libros del nuevo curso de su hijo. "No sólo vamos a adquirir el material a través de distintas aplicaciones sino que también pondré a la venta los libros de texto que utilizó el año pasado para compensar el gasto".

Esta opción de Laura Felices permite alargar la vida de los libros de textos y favorece el ahorro familiar. Esta opción prolifera entre las familias también en las escuelas infantiles, especialmente para la adquisición de los uniformes que exigen algunos centros y que las familias intercambian a través de distintas aplicaciones, entre las que destaca WhatsApp.