La fundación Donando Vidas, nace de la mano de Eduardo Rangel, una persona que, ante la muerte de su madre con 58 años a la espera de recibir un trasplante, se plantea un reto solidario para promocionar la donación de órganos mediante desafíos deportivos nunca antes realizado en Andalucía.

Su idea era concienciar de la importancia de ser donantes de órganos para salvar vidas de personas que están a la espera de un trasplante. Para ello, se planteó un reto apasionante como es el de realizar unos días de mayo de 2014 un desafío deportivo calificado de Guinness, y que consistió en dar la vuelta a toda Andalucía realizando ocho maratones de 42 kilómetros, en cada una de las provincias andaluzas y en tan solo cuatro días; completando de esta manera dos maratones diarias. En cada uno de ellas estaba acompañado de un padrino de gala, deportista conocido, que hizo de anfitrión en cada una de las provincias y de todas aquellas personas que quisieron acompañarle.

Poco a poco, Rangel va ganando adeptos a su causa y crea la fundación “Donando Vidas” que tiene como objetivo la difusión del mensaje solidario de la donación de órganos.

“En los momentos de dolor y lágrimas, la pérdida se transformará en motivo de esperanza y vida”

La gala de entrega de los premios de la Fundación Donando Vidas se celebró en la Real Sociedad de Carreras de Caballos de Sanlúcar de Barrameda y contó con la asistencia del Ayuntamiento de Sanlúcar, entre otros Ayuntamientos y autoridades. Los galardones que se entregaron fueron unas estatuillas realizadas con el ‘raigón’ de los olivos andaluces, trabajados por los artesanos de Castro del Río (Córdoba). Tras la entrega de premios, el acto concluyó con un divertido Enrique Sánchez, “el cocinero de Canal Sur”, en el escenario, dando paso a un vídeo sobre el origen de la fundación y la labor que la misma realiza. Destacar, también, la intervención del propio Rangel, al que los patronos de la fundación otorgaron un premio, así como con el himno de “Donando Vidas”, compuesto e interpretado por el artista local Fran Yuste.

La gala fue amenizada con la intervención de Gonzalo Alhambra y el dúo Calíope de guitarra y flauta travesera. Al final, la fundación ofreció un ágape, gracias a la colaboración desinteresada de establecimientos tanto del municipio de Sanlúcar de Barrameda como de Castro del Río y diferentes empresas sanluqueñas.

En palabras de Rangel, “muchas veces, la vida cotidiana nos hace apartarnos de la realidad, pero esa realidad es que hay muchas personas que esperan el regalo de la vida, que esperan un trasplante de órganos. Pero es tan sencillo el gesto, que merece la pena intentarlo. Hazte donante de órganos. Cuando ya no precises tus órganos, ten ese último gesto de generosidad, porque esos momentos de dolor por la pérdida, esas lágrimas, se transformarán en motivo de esperanza y, sobre todo, en vida”.