El barrio del Zaidín y Granada entera quedaron conmocionados ayer tras conocerse el fallecimiento de un bebé de 13 meses tras caer desde una ventana de la casa de sus abuelos, situada en un sexto piso. Los hechos ocurrieron en torno a las 13:30 en una vivienda de la calle Carmen de Icaza.

El niño estaba con su abuelo cuando, en un posible despiste, se dirigió a una ventana que da a un patio interior del edificio, probablemente a mirar los pájaros, como solía hacer. Pero la ventana estaba abierta y el bebé se precipitó al vacío hasta el patio. A su llegada, los agentes de la Policía se encontraron al abuelo con el cadáver de su nieto en brazos.

El abuelo, de 65 años, relató a la Policía Nacional, que investiga el caso, que él sólo se descuidó un momento, el que precisamente el niño usó para acercarse a la ventana abierta. Los abuelos tuvieron que ser trasladados hasta un hospital granadino para ser atendidos por un ataque de ansiedad. Hasta el lugar se desplazaron también algunos tíos del niño, que se llamaba David, y que fue trasladado al Instituto de Medicina Legal de Granada para que se le practique la autopsia dentro de la investigación abierta por la Policía Judicial.

La noticia conmocionó de inmediato tanto a los vecinos del inmueble, que no podían creer lo sucedido, como al resto del barrio. Fueron muchas las personas que se acercaron hasta el lugar de los hechos una vez conocido el triste final del bebé y comentaron desoladas la fatalidad de los hechos a la vez que mostraron la solidaridad con la familia.

Según informó el digital granadaimedia, "el pequeño se encontraba a cargo de sus abuelos, Francisco y Juana, que solían cuidar a diario de él y de su hermano de 4 años mientras los padres trabajaban". Las mismas fuentes apuntan que su abuelo "tenía por costumbre mostrarle desde allí las aves y que, precisamente por precaución, siempre mantenía cerrada la ventana. Lamentablemente ayer se quedó abierta, un olvido que desencadenó la tragedia".

Francisco ya está jubilado y Juana es ama de casa. "Son dos bellísimas personas y quieren a sus nietos con locura", coincidían los vecinos.