La campaña de... Verónica Pérez, candidata número 3 del PSOE en Sevilla

Una foto de Susana en la cocina

  • Los socialistas revolucionan a una militancia que ya empezó a ilusionarse después de las europeas y que confía a ciegas en el valor de su candidata.

Una foto de Susana Díaz junto a un jarrón de flores artificiales, una caja de valerianas y unas gafas para la presbicia sobre un paño de croché. Verónica Pérez, número 3 en la lista de Susana Díaz, se asombra al descubrir este improvisado altarito en la cocina de una de las inquilinas de Pasaje González Quijano, entre la calle Relator y Peris Mencheta, que ayer se sorprendieron también al recibir la visita de políticos del PSOE. Tanto como cuando hace unos meses la Junta de Andalucía llamó a sus puertas para decirles que les iban a cambiar las ventanas y adecentar las fachadas. Son viviendas públicas de alquiler, gestionadas por la Agencia de Vivienda y Rehabilitación de Andalucía, que han sido incluidas en un plan de construcción sostenible, un acierto que los socialistas fueron ayer rentabilizar en el penúltimo día de la campaña. "Yo siempre he votado al PSOE y mi marido, que ya no está, y he puesto ahí la foto para que no se me olvide su cara", explica la inquilina a Verónica Pérez, que la anima a ir a votar el domingo.

La Alameda fue la primera parada de la agenda electoral de ayer de la candidata -cara visible en la provincia por encima del ausente número 2-, que calcula que ya ha superado los 6.000 kilómetros en una campaña diseñada para estar en la calle. "A mí me gusta mucho, es como tomas el pulso a la gente, que es lo que debe hacer un político", explica la también secretaria general de los socialistas sevillanos, agradecida por la gran movilización de la militancia de la provincia, el gran fortín socialista. Camino del Polígono de San Pablo explica que el ambiente que percibe es muy distinto al de las últimas elecciones autonómicas: "Y las europeas fueron un punto de inflexión, hacía una década que el PSOE no ganaba en la capital y, después de una hipermayoría del PP, y se vio que era posible, eso supuso un cambio del estado de ánimo y yo creo que en dos meses Juan Espadas será el alcalde".

El alcaldable socialista acompañó ayer la candidata en sus paradas. En el mercadillo del Polígono San Pablo el público se entrega. Un militante aparece con un perrito con un chaleco tuneado con pegatinas del PSOE, Miguel Ángel del Pino -veterano militante- se suma al reparto dos pasos por delante y Espadas agota el merchandising antes de saludar a su club de fans, el de los comerciantes ambulantes que pregonan su nombre como si lo conocieran de toda la vida. Los aires que mueve Susana Díaz empujan a todos en el PSOE.

Es territorio amigo. Todos dicen que siempre han votado al PSOE, pero no salen las cuentas. "La gente le dio una oportunidad al PP hace tres años, estaba muy cabreada por la situación general, también con nosotros, pero ya han visto que cuando gobierna sólo trae sufrimiento y recortes; ¿a qué viene ahora a prometer Rajoy un millón de empleos? Hace tres años y medio prometió 3,5 millones y hoy hay 600.000 parados más en España", argumenta Verónica Pérez, convencida de que los sevillanos "han calado" también a Juanma Moreno Bonilla, el candidato del PP a la Presidencia de la Junta. "Lo veo muy artificial, antinatural, Susana es quien conoce la realidad del terreno y lo que hay que hacer, mientras que Izquierda Unida está muy perdida", asegura en referencia a los dos debates a tres. Sobre el elevado porcentaje de indecisos, en el partido hay quienes hacen cábalas para fraccionar también lo que quizás es un voto oculto y comprobar si el PSOE puede sumar mayoría, a pesar de Podemos. Y todos se encomiendan al valor de Susana Díaz. "Ella es la voz de Andalucía, clara y nítida, todo el mundo al entiende y sabe lo que quiere ", justifica.

Aprovechando una jornada electoral más liviana que la de los últimos días, hace un pequeño alto en el camino para conciliar con su vida familiar y se incorpora por la tarde al centro cívico de La Buhaira donde le esperan los jóvenes que en los últimos 14 días se han pateado la ciudad, desde las estaciones de Metro a las zonas de movida como la Alameda donde, aseguran, les costó un poco más arrancar algunos votos para el PSOE. En puestos de salida, según sus previsiones, hay dos jóvenes: Angélica Ruiz y José Antonio Hidalgo. Junto con el secretario general de Juventudes Socialistas en Sevilla, Agustín Cañete, y medio centenar de militantes se hacen la selfie de rigor y abren un debate centrado en la educación y el empleo. "El PSOE es el partido que ha hecho posible que el hijo del obrero, del albañil, de la limpiadora, del ama de casa sea ingeniero, médico, arquitecto y orgullo para Andalucía", apunta en tono mitinero Verónica Pérez. Los jóvenes toman la palabra y, como si de un examen se tratara, explican ante el auditorio ese programa electoral que se saben de memoria y han ido pregonando por las calles en esta campaña. No al 3+2, fraccionamiento del pago de las matrículas universitarias hasta en 10 plazos, adelanto de las becas del Ministerio, ayudas económicas para el B1, además de nuevos planes de empleo para jóvenes e iniciativas para que el talento no tenga que salir fuera. Dicen que contar la verdad compensa y que, por eso van a reventar las encuestas.

"Tenéis que ser rebeldes", les pide la candidata. Espadas apunta algo más que le sirve para recordar la amenaza de Podemos: "¿Vísteis anoche En tierra hostil? El programa de televisión dedicó su última edición a Venezuela, disparando los audímetros. "La gente lo está pasando muy mal allí y hay mucho miedo, ¿para qué queremos un presidente del Gobierno que ha asesorado a ese país?".

Los socialistas se esfuerzan por contagiar el entusiasmo y mantener viva las expectativas generadas por Susana Díaz dentro y fuera. La jornada concluye en Guillena con un mítin. Hoy se suma la campaña una televisión nórdica y en el PSOE sólo tienen algo claro: ya han hecho historia. 

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