Solidaridad

Un sueño firmado por 59.000 personas

  • Una petición on line ayudó a que la Federación Andaluza de Baloncesto dejara jugar a Alejandro Contreras con sus compañeros, tres años más jóvenes que él debido a su síndrome de Down.

El jerezano Alejandro Contreras comenzó a jugar al baloncesto a los diez años en el equipo DKV Jerez. A nadie le sorprendió esta tendencia, ya que sus primeros recuerdos se basaban en fines de semana en los que jugaba al baloncesto con sus padres, Francisco y Rosa, y su hermano mayor, Carlos, quien a día de hoy sigue competiendo. El problema, en principio, eran las reglas de la Federación Andaluza de Baloncesto, ya que el síndrome de Down había obligado a Alejandro, por altura y constitución, a jugar con chicos tres años más jóvenes que él y el reglamento establecía -y sigue estableciendo- que los chicos solo pueden jugar en partidos oficiales con otros chicos de su misma edad.

Esta circunstancia hacía que los padres tuvieran que sacar a Alejandro cada viernes de entrenamiento por la puerta de atrás. "Es el día que el entrenador nos reúne a los padres de los chicos para decirnos dónde y a qué hora se juega el fin de semana. Alejandro lo pasaba mal porque no podía jugar y nos lo llevábamos antes de que lo escuchara", relata su madre, Rosa Caballero. Tal fue la piña que hizo el joven con sus compañeros que fueron los propios padres quienes enviaron una carta a la Federación pidiendo que le dejaran jugar los partidos oficiales. Hubo callada por respuesta.

Francisco Caballero explica que "la Federación se excusaba en una rigidez normativa que no querían abordar por nada del mundo. No contemplaba la posibilidad de la experiencia tan enriquecedora que estábamos poniendo en marcha, que es el deporte inclusivo, que no es otra cosa que el deporte que permite que personas con y sin discapacidad jueguen en un mismo entorno". "Y mire, la norma está hecha para el hombre, no el hombre para la norma. Muchas veces no nos damos cuenta que la realidad social está por delante de la norma", apuntilla el jerezano. La madre de Alejandro recuerda "que incluso había quien me decía que 'él no se da cuenta cuando son partidos oficiales o entrenamiento'. ¿Perdona? Mi hijo tiene síndrome de Down, pero no es tonto, y sabe perfectamente de lo que se habla. Si hasta nos llegó a decir que falseáramos su DNI para que pusiera que nació en 2003 en vez de el 2000".

Fue entonces cuando Francisco Contreras decidió hacer una petición on line a través de la plataforma change.org a principios de este mismo año. "Había visto varias noticias en los medios de comunicación, ¿y por qué no?". El primer contacto de la Federación fue cuando llegaron a las mil firmas, "nos llamaron para seguir insistiendo en la rigidez normativa, pero seguimos hacia delante", cuenta el jerezano. El truco está en la forma en que funciona esta plataforma, ya que cada vez que alguien hace clic en la petición llega un email a la organización contra la que se manifiesta.

De esta forma, la Federación volvió a pedir una reunión cuando la petición llegó a las 59.000 firmas. El padre de Alejandro cuenta que "la cosa fue subiendo de una forma exponencial, se sumaron miles de personas que se interesaron por la historia y eso salpicó a medios de comunicación nacionales, por lo que la petición cogió una fuerza que no nos imaginamos". "Y un día, nos llama la fundación y nos dicen que se comprometen a revisar los estatutos pero que mientras autorizan a nuestro hijo a jugar los partidos de la liga", cuenta aún emocionada Rosa Caballero.

Así, Alejandro Contreras hizo historia al poder jugar el primer partido de ida y todos los de vuelta de la temporada pasada con su equipo de DKV Jerez. Este año, "aunque aún no se han cambiado los estatutos -señala su madre-, nos han vuelto a autorizar a que juegue con sus compañeros". Alejandro también sonríe al recordar su primer partido oficial en Algeciras, "donde acerté todos los triples", cuenta orgulloso.

La sorpresa volvió a la familia Contreras Caballero cuando el Ayuntamiento se puso en contacto para que recibieran este año uno de los Premios Acceso, unos trofeos que se enmarcan en torno al Día Mundial de las Personas con Discapacidad y que distinguen en positivo a aquellas empresas, organismos o personalidades que por una razón u otra se han esforzado en eliminar las barreras de todo tipo a favor de la integración social y la normalización. Rosa confiesa que "todo ha pasado tan deprisa este año que aún no nos creemos que Alejandro esté jugando y menos que haya recibido un galardón por esta lucha, da algo de vértigo cuando te pones a pensarlo".

La familia recuerda lo nervioso y feliz que estaba Alejandro el día que recogió el Premio Acceso en los Museos de la Atalaya. "Fue un día muy feliz, y para celebrarlo Alejandro jugó un partido después de la gala. Quedaron fatal, pero el premio ya se lo habían dado", cuenta entre risas Francisco Contreras.

"La Federación se escuda en que el deporte a ciertas edades es demasiado competitivo. Puede ser verdad, pero no cabe duda de que deberían dar un paso adelante y considerar que el deporte debe tener otros valores como la solidaridad y el compañerismo", reflexionan orgullosos los padres de Alejandro Contreras tras un año en el que hicieron historia derribando fronteras a favor de la igualdad.

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